872: Inteligencia 872: Inteligencia Editor: Adrastea Works Entrada la noche, el Hotel Pescado Asado estaba tan viejo y abandonado como antes.
Parecía inalterado, pero Fernando no tuvo el valor para acercarse.
Tras dejar una marca en el área acordada, él se adentró en los barrios bajos no muy lejos de allí y se ocultó en la copa de un árbol, observando las casas destartaladas debajo suyo.
Cuando la luna se elevó en lo más alto del cielo, una persona se acercó a las casas derruidas pisando ell resplandor dorado del suelo.
Luego de confirmar que nadie siguió al sujeto, Fernando se deslizó para bajar del árbol y habló en voz baja: —¡Anciano, aún no estás muerto!
—¡Seguiré vivo después de que tú mueras!
—El recién llegado era precisamente el Viejo Green.
Siguiendo las órdenes del presidente Arnold, él se quedó en el Hotel Pescado Asado y se mantuvo en contacto con Sharp, la «Gracia Azul», pero dejó de estar involucrado en la transmisión de información y comunicación de los hechiceros pertenecientes a la Unión.
Fernando resopló.
—Anciano, dile a Sharp que hemos decidido aceptar la misión de asesinar a Alfonsol.
Nos gustaría que él nos brinde toda la información que conozca sobre este último.
—¿Qué?
¿De verdad han decidido matar a Alfonsol?
¿Le has contagiado tu locura al presidente?
—El Viejo Green no pudo estar más sorprendido.
En su opinión, aquello solo enfurecería a la Iglesia, y no había la menor probabilidad de éxito.
Al contrario, ¡la Unión entera podría ser destruida!
Fernando miró al Viejo Green como si se estuviera burlando.
—Los cobardes no comprenden la importancia de los riesgos.
—Pareces confiado —al haber vivido por casi doscientos años, el Viejo Green tenía abundante experiencia.
Él se percató del cambio en la situación a partir de la actitud burlona de Fernando.
—Los cobardes también son sensibles —Fernando no poseía la virtud de respetar a los ancianos en lo absoluto.
No obstante, como un hechicero que evadió la muerte y salió vivo de baños de sangre en demasiadas oportunidades, él no olvidó recordarle al Viejo Green—: no le hagas saber a Sharp que estamos un poco confiados.
Él hizo énfasis en “un poco”, sin contar toda la verdad a pesar de estar hablando con el Viejo Green.
Este último se burló de él.
—¿Piensas que soy tan insensato como tú?
Sin embargo, ¿por qué le pides información a Sharp?
¿No temes que te tienda una trampa o que te reporte a la Iglesia a escondidas?
—Para el momento en que atraigamos a Alfonsol para que salga, Sharp habrá notado que hemos aceptado la misión y que entramos en acción.
En aquel punto aún podrá reportar todo a la Iglesia.
Entonces, no hay razón para no mostrarle algo de confianza ahora mismo.
Es la base de la cooperación y nos ahorrará tiempo en la recolección de inteligencia —Al inicio, al propio Fernando le molestaba bastante aquello y solamente decidió ir allí porque el presidente Arnold y Douglas dijeron que estaba bien.
No obstante, tras considerarlo minuciosamente, él pensó haber descubierto el secreto, aunque aún no tenía tanta confianza como el viejo zorro.
¿Quizá este último mantuvo algo en secreto, y era por ello que confiaba en Sharp?
El Viejo Green asintió.
—Sharp ha estado quedándose en el Hotel Pescado Asado recientemente.
Parece estar esperando tu respuesta.
Le transmitiré tus palabras ahora mismo.
—Bueno, esos libros y cuadernos de matemáticas son los regalos de Douglas y míos para Hathaway —Fernando entregó una docena de libros de lomo negro al Viejo Green.
—¿Realmente quieren que Hathaway se embarque en el peligroso camino de la magia?
—Debido a su relación con el padre de Hathaway, el Viejo Green nunca había estado contento con eso.
Fernando rió entre dientes.
—Hey, ¿es algo que podamos controlar?
Anciano, solo deja de preocuparte.
Deberías encontrar a una dama y tener tus propios hijos mientras sigas vivo.
No dediques tu amor a alguien que no lo necesita.
Él ocultó su ligera preocupación al interior de burlas.
El Viejo Green se quedó en silencio inicialmente hasta que soltó un largo suspiro.
—Recuerdo que tú eras un niño tan encantador, enérgico y obstinado cuando recién llegaste a la torre mágica.
Incluso llorabas a escondidas cuando tu maestro te criticaba.
¿Por qué tienes una boca tan sucia hoy en día?
Fernando se puso rojo cuando su oscura historia fue revelada.
Una aterradora tormenta se formó en sus ojos, pero antes de que gritara, el Viejo Green desapareció en la oscuridad y retornó al Hotel Pescado Asado.
—¡Qué anciano tan miserable!
—Eventualmente, Fernando solo pudo maldecir en voz baja, temiendo despertar a alguien en el vecindario.
Aproximadamente diez minutos más tarde, el Viejo Green regresó y le habló con seriedad: —Sharp se mostró de acuerdo con brindar información sobre Alfonsol.
Se te entregará mañana a esta hora.
—¿Cuál fue su reacción cuando supo que hemos aceptado la tarea?
—Preguntó Fernando prudentemente.
El Viejo Green no pudo haber pasado por alto semejantes detalles.
Él respondió rápidamente sin pensarlo: —Él se sorprendió un poco, pero luego mantuvo una sonrisa de alivio.
Bueno, también maldijo: «Qué montón de ratas arrogantes que no saben cuán débiles son.
¡Veré cómo harán que los maten!» Fernando imaginó la escena y no notó ninguna anomalía en Sharp.
Así, él asintió.
—Me ocultaré en tu hotel y observaré a escondidas cómo él entrega la información.
Uno no podía ser más cuidadoso en un momento así.
Fernando no era un joven sin experiencia.
—Bien.
Esta es una carta de Hathaway para ti y para Douglas.
Debe haber sido escrita hace un par de días.
Sharp la llevaba consigo —el Viejo Green sacó un sobre grueso de su bolsillo.
—¿Una carta para nosotros?
¿Qué ha escrito?
—Fernando no creía que Douglas y él mismo se habían convertido en los mejores amigos de Hathaway después de solo hablar con ella dos veces.
Se quedó más o menos pasmado.
Luego de examinar la carta con magia, él la abrió con cuidado.
La letra era agradable y femenina, ¡pero no había una sola palabra aparte de las preguntas matemáticas copiadas!
—Je je…
—Fernando solo pudo reír por lo bajo fríamente ante aquello.
…
Al día siguiente, antes de la puesta de sol, Fernando se coló en el Hotel Pescado Asado y se ocultó en la cocina detrás del mostrador.
Aproximadamente media hora después de la hora de la cena, Sharp, quien parecía tener un bulto en la nariz, llegó solo y le arrojó un manojo de papeles arrugados al Viejo Green.
—Todos los detalles que conozco están escritos.
Él estaba familiarizado con los asesinatos y sabía qué información era de utilidad.
Después de todo, no era extraño que los caballeros trabajaran junto a los clérigos para matar hechiceros durante el ascenso de la Iglesia.
Él resopló con fuerza cuando el Viejo Green se quedó mirándolo sin decir nada.
—Si dudas de la veracidad de los documentos, puedes comprobarlos por tu cuenta.
Soy un cliente, no un sirviente.
A continuación, abrió la mano.
—¿Dónde está la carta?
—¿Cuál carta?
—El Viejo Green se quedó estupefacto por un instante.
—La carta para Hathaway.
Las probabilidades de que fallen son muy altas.
Si no recibo de vuelta una carta escrita por él uno de estos días, terminaré sin recibir nada —al igual que antes, Sharp despreciaba las capacidades de Fernando y sus colegas.
Este último, que estaba observando todo oculto en la cocina, apretó los puños, furioso.
El Viejo Green sacó la carta que estaba llena de respuestas y se la entregó a Sharp solemnemente.
—¿De verdad quieres matar a Alfonsol?
Él percibió con agudeza la honestidad e indiferencia fingida en la actitud de Sharp, pues los dos se habían conocido por años.
Fernando, para varias, no pudo notarlo en lo más mínimo.
—¿Qué piensas tú?
—Contestó Sharp sin dar una respuesta directa.
Entonces, sacó otra carta de su bolsillo—.
Estas son las preguntas de Hathaway después de su aprendizaje de ayer.
Fernando no necesitó leer la carta para saber qué contenía.
Cuando Sharp se disponía a retirarse luego de comer un pescado asado acompañado de un vaso de licor, él repentinamente hizo un guiño dirigido hacia la pared de la cocina.
—Él me descubrió…
—Después de cierto tiempo, Fernando salió caminando de la cocina y habló hacia la oscuridad en la que desapareció el caballero.
El Viejo Green rio por lo bajo.
—En el pasado, cuando íbamos de aventuras, él siempre fue bueno descubriendo a los que se ocultaban.
O tal vez tiene trucos especiales.
Me olvidé de contártelo antes.
Fernando no tenía tiempo de gritarle.
Él leyó la inteligencia provista por Sharp con detenimiento.
…
—Basándonos en los documentos de Sharp y en otras fuentes de información, podemos notar que Alfonsol es un hombre muy riguroso que aborrece a los hechiceros.
Él es riguroso, por no decir feroz.
Es bueno peleando, con varios ejemplos famosos.
Es bastante hostil con los nobles.
Es debido a sus desacuerdos con la familia Violet que el papa lo envió a nuestro territorio…
—Dos días más tarde, en las ruinas submarinas, Fernando resumió la situación de Alfonsol al presidente Arnold.
Douglas era la única persona aparte de ellos en la habitación fuertemente protegida.
A Ramon y Veronica, quienes no estaban involucrados en la operación, no se les había dejado pasar por el bien de la confidencialidad.
Arnold hojeó los documentos y escuchó a Fernando.
Al final, él asintió.
—La información es muy valiosa.
La operación probablemente iniciara en uno o dos días.
Ya no deberías salir.
Perfecciona tu condición y aguarda mi mensaje.
—De acuerdo.
Hasta el momento no he notado nada raro acerca de Sharp —Fernando siguió y observó a Sharp los dos últimos días.
Se sentía bastante orgulloso de no haber sido descubierto.
Durante los dos días siguientes, Douglas y Fernando intercambiaron conocimientos y objetos con otras personas en las ruinas submarinas como lo hacían los demás hechiceros, sin dar indicios de que iban a formar parte de una operación importante poco después.
No obstante, cuando tenían tiempo libre, los dos dejaron de discutir las preguntas mentalmente agotadoras y en su lugar se mantuvieron preparados para la batalla.
Tras la medianoche del tercer día, el par recibió las órdenes de Arnold por medio de Viento Susurrante.
Ellos dejaron las ruinas y se adentraron en el bosque cercano.
—El Señor presidente está aquí —Douglas descubrió a Arnold más rápido que Fernando.
Antes de que su voz se apagara, Arnold salió caminando de la oscuridad con una expresión seria; su habitual sonrisa había desaparecido.
—Alfonsol ha salido de Rentato con al menos siete túnicas rojas y caballeros divinos de rango superior.
Él no solicitó la cooperación de los nobles.
Primero, Douglas asintió, pero a continuación su expresión cambió ligeramente.
—¿Esto es…?
No fue hasta entonces que él se percató de que un hombre cubierto por un manto negro estaba parado en las sombras al lado de Arnold.
Niebla apenas perceptible rodeaba al sujeto, haciéndolo ver aterrador, y este estaba sosteniendo una larga guadaña en las manos.
¡Douglas no sintió al hombre en lo absoluto antes!
Fernando estaba aún más sorprendido.
¡Él no notó al hombre misterioso rodeado de un intenso aire de muerte hasta que Douglas lo mencionó!
—Es mi sirviente de la muerte, una criatura supernatural con poder similar al nivel nueve.
Su especialidad es el sigilo.
Para ser honesto, apenas la usé anteriormente, y pocas personas en la Unión saben de ella.
Sin embargo, esta operación es demasiado vital.
Solo puedo revelar mi as bajo la manga al inicio, esperando que podamos acabar con Alfonsol en una batalla…
—La seriedad de Arnold había desaparecido, y él presentó a la criatura con una sonrisa.
También le contó a Douglas y a Fernando cómo cooperar consigo mismo y con el sirviente de la muerte.
Los dos hechiceros asintieron, aliviados y contentos de que el presidente estuviera esforzándose al máximo, sin guardarse nada.
—Dirijámonos al Condado Sherwell en el norte —Arnold dirigió la mirada en dicha dirección.
Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com