Novelas Ya
  • Todas las novelas
  • En Curso
  • Completadas
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Todas las novelas
  • En Curso
  • Completadas
  • Urbano
  • Fantasía
  • Romance
  • Oriental
  • General
Iniciar sesión Registrarse
  1. Inicio
  2. Rudo y Redimido: Domando a su Rey Motociclista
  3. Capítulo 130 - 130 Capítulo 132 LYON
Anterior
Siguiente

130: Capítulo 132: LYON 130: Capítulo 132: LYON Ella está tramando algo, lo sé.

Se cree que es astuta pero la conozco.

Esperé hasta que estaba gimiendo por las embestidas de mi verga y me detuve.

—¿Qué estás tramando Katarina?

—Nada, no estoy tramando nada, ¿por qué te detienes?

No puedes parar ahora, fóllame.

—Dímelo.

—Colt.

Empecé a provocarla con pequeñas estocadas entre embestidas más largas pero la pequeña astuta me jugó una mala pasada.

Apretó su coño e hizo esos malditos ejercicios que había perfeccionado a lo largo de los años, apretar y soltar, apretar y soltar.

Mierda, ella sabía que eso me afectaría, y entonces fue por todo.

—Fóllame el coño más fuerte Colt, quiero sentirte en mi útero, me encanta cuando llegas ahí —Mierda, ejercicios vaginales, palabras sucias y ahora ella me está follando duro.

Sí, su coño me tiene dominado y ella lo sabe.

Me jaló la cabeza hacia abajo y me susurró al oído antes de morderlo.

Me corrí con un gruñido vaciando mi semilla dentro de ella hasta que no quedó nada, ni una gota.

Ella llegó conmigo, su coño apretándome.

—Sea lo que sea que buscabas, creo que te metiste en más de lo que podías manejar, te clavé Kat.

—Colton no.

—Bueno, tú lo pediste, ¿ahora quieres decirme por qué estabas tratando de follarme hasta dejarme seco?

Hizo un puchero e intentó separarse de mi verga que aún estaba enterrada dentro de ella.

—No puedo decírtelo así, iba a decírtelo después.

—¿Así que ahora estás enojada conmigo porque frustré tus planes de engañarme?

—No estaba tratando de engañarte, no realmente.

Lo prometo —le di mi mirada característica y salí antes de ayudarla a bajar de la mesa.

Tomamos una ducha rápida juntos y nos metimos en la cama.

Se tomó su tiempo para acomodarse con su cabeza en mi pecho.

—Kat deja de dar vueltas, ahora suéltalo.

—Oh está bien.

Bueno, Colton sabes que el cuerpo de una jovencita pasa por cambios ¿verdad?

—¿De qué diablos está hablando ahora?

—Kat deja las tonterías, ¿cuál es el problema?

—Caitlin tuvo su primer período —lo dijo todo junto como si fuera una sola palabra pensando que si lo decía rápido y junto no lo entendería.

Recibí el golpe en el estómago y creo que perdí toda sensación en mi cuerpo por un segundo.

Pude sentir a Kat tensarse cuando volví en mí.

—Colt.

—Trae las páginas amarillas Kat —levantó su cabeza de mi pecho para mirarme.

—¿Las páginas amarillas para qué?

—Tiene que haber un convento en este estado, uno que esté lo suficientemente cerca para que podamos visitar cuando queramos.

—Oh Colton todo va a estar bien —trató de volver a poner su cabeza pero yo ya me había levantado y estaba en movimiento.

Me puse mi bata y salí de la habitación, caminando por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi princesa.

La abrí suavemente y miré adentro.

Estaba dormida acurrucada de lado, sus manos dobladas bajo su mejilla, las piernas recogidas contra su pecho.

El sueño de los inocentes; caminé más adentro de la habitación y me paré sobre ella, como lo hacía cuando era una recién nacida.

Las lágrimas se juntaron en las esquinas de mis ojos mientras le apartaba el cabello de la frente y me inclinaba para besar su pequeña cabeza.

—Dulces sueños princesa.

Me di la vuelta para salir de la habitación con el corazón lleno.

—Te amo papi.

—Yo también te amo princesa.

—Espero que me haya escuchado porque había algo en mi garganta.

Mi esposa estaba parada en el pasillo suavemente iluminado esperándome.

Me dio una sonrisa antes de extender su mano hacia la mía.

—Vamos cariño, vamos a la cama.

—Kat no estoy seguro de esta mierda.

Acabo de decirle que la dejaría salir con ese enano siempre y cuando hubiera reglas, bueno ahora…

—Colt no puedes retractarte de tu palabra; tu regla ¿recuerdas?

—Mierda, está bien.

Bueno las reglas han cambiado, no se le permite salir a ningún lado con él a menos que tú o yo estemos ahí.

—Colton no puedes…

—Así son las cosas Kat y pensándolo bien no sé si puedo confiar en tu astuto trasero así que mejor que sea solo conmigo.

—Colton eso es insultante, ahora vamos a dormir y hablaremos más de esto en la mañana.

—Kat no hay nada de qué hablar, esas son las reglas junto con algunas otras pero esas no son tan importantes.

—Ahora prométeme que nunca tendré que pasar por esta mierda otra vez.

No me gustan todos estos cambios y cosas.

Has estado haciéndome esta mierda durante catorce malditos años.

—Colton cálmate.

—No me digas que me calme, cada vez que me acostumbro a una cosa me sorprendes con otra y ahora tienes a tus malditos hijos haciéndolo también.

—Sé que estaba rodando sus malditos ojos pero me importa una mierda; un hombre solo puede soportar tanto—.

¿Está bien Kat, no tuvo esos calambres?

—No, ella está bien, la llevaré al doctor el lunes por la tarde.

—¿Por qué qué está mal?

—Nada está mal, solo vamos a asegurarnos de que todo esté como debe estar.

—No le des a mi hija ninguna píldora ni tonterías Kat.

—No lo haré, loco, solo vamos a tener un chequeo regular, mi mamá me llevó cuando empezó el mío.

—Oh ok, no quiero hablar más de esta mierda me está dando dolor de cabeza.

—Ok pero solo piensa, en unos años estaremos haciendo esto de nuevo con Catalina.

—¡La puta madre!

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 NovelasYa. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aNovelas Ya

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aNovelas Ya

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aNovelas Ya

Reportar capítulo