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Capítulo 468: Nunca Un Momento Perfecto Capítulo 468: Nunca Un Momento Perfecto Liu Yu Zeng observaba a la mujer alejándose de él, preocupado.
Había algo extraño en ella, y todos sus hombres lo sabían.
No había tenido su período en los últimos dos meses y no sabían si debían estar emocionados porque estaba embarazada o preocupados porque estaba tan estresada que había dejado de tener su ciclo.
Además, era un equilibrio delicado porque no sabían cómo sacar el tema con ella.
Si le decían que pensaban que estaba embarazada, y después de un tiempo, le volvía la menstruación, entonces estaría desolada.
Por no mencionar que realmente ahora no era un buen momento para que estuviera esperando, teniendo en cuenta que iba a entrar en el campamento de Reaver en cualquier momento.
También no quería pensar en ella estando en tanto peligro con una nueva vida creciendo dentro de ella.
Sin embargo, si había algo que había aprendido con el tiempo, era que no existía el momento “perfecto” para algo.
Tú creabas el momento perfecto.
Si estabas buscando excusas, siempre podrías encontrar algunas.
El truco era no molestarte con las excusas y buscar lo positivo de cualquier situación.
Si ella estaba embarazada, entonces no había lugar más seguro para ella que al lado de sus hombres.
No importaba si estaban de vuelta en su cabaña en las montañas, en su rancho a las afueras de la Ciudad A, o en medio de un campamento de Reaver.
Ella estaría segura.
—¿Estás siquiera escuchándome?
—demandó una voz aguda, sacando a Liu Yu Zeng de sus pensamientos.
—No realmente —respondió con un encogimiento de hombros.
No tenía sentido lidiar con carne de cañón.
En algún momento, iba a morir, así que Liu Yu Zeng podría igual concentrarse en lo importante…
como Li Dai Lu.
—¿Sabes quién soy yo?
—¿Debería?
—se burló Enfermedad, dirigiendo su atención al hombre que parecía quererla desesperadamente—.
¿O es que acaso olvidaste tu propio nombre y necesitas que te lo diga yo?
—¿Estás tratando de buscarme pelea?
Porque te aseguro, después de saber quién es mi padre, te cagarás de miedo —se burló el hombre que se escondía en la azotea en vez de estar involucrado en una pelea.
—Claro —rezongó Liu Yu Zeng, sin siquiera molestarse en gastar su aliento—.
¿Sabes quién es su padre?
—preguntó, girándose hacia el tipo que lo había seguido escaleras arriba.
Según él, Li Dai Lu lo había nombrado el nuevo gerente interino del club, así que bien podría demostrarse útil.
—Lo sé —respondió el otro hombre, asintiendo con la cabeza.
—¿Sabes dónde encontrarlo?
—Lo sé.
—Perfecto —contestó Liu Yu Zeng, estirando su cuello de un lado a otro tratando de aliviar algo de la tensión que se había estado acumulando durante los últimos meses—.
Van a aparecer tres tipos nuevos abajo en los próximos minutos.
Si su padre es alguien con poder legítimo, pide a Liu Wei o Wang Chao que vayan contigo a hablar con él.
Si es más parte de las entrañas, consigue a Liu Wei o Chen Zi Han para que ayuden.
—¿Y si es ambos?
—preguntó el tipo sin prestar atención ya al alimento de zombis.
—Si es ambos, lleva a Liu Wei.
Tiene los pies firmemente plantados en ambos mundos —continuó Liu Yu Zeng.
Él mismo habría ido, pero se sentía sumamente inseguro dejando a su mujer fuera de su vista por cualquier lapso de tiempo.
Por el bien de su cordura y la salud de cualquiera a su alrededor, era mejor mantenerse a su lado.
O que Dios los ayudase.
—¿Qué hacemos con él mientras tanto?
—preguntó el gerente, mirando al hombre que intentaba desaparecer en el fondo.
—Encontré algunas jaulas en el sótano.
Puedes ponerlo en una de ellas hasta que su padre pague.
Si no lo hace, al menos ya estará en su lugar para los zombis cuando tengan hambre —se encogió de hombros Liu Yu Zeng.
Li Dai Lu solo había salido de su vista por cinco minutos, y él ya estaba empezando a ponerse agresivo.
Pudo ver al gerente de reojo abrir su boca, pero Liu Yu Zeng no estaba de humor.
—Ya sabes lo que se supone que debes hacer.
Arreglátelas solo o encuentra a alguien que lo haga.
De cualquier manera, cállate y demuestra que vales.
El gerente cerró la boca.
—¿Realmente vas a dejar que me hable así?
—preguntó el hombre muerto que hablaba.
—De veras lo haré —confirmó Mao Jing, asintiendo con la cabeza—.
Ahora, bajemos al sótano y esperemos la respuesta de tu padre.
—Lo lamentarás.
Papá pagará lo que sea de rescate que exijas y luego arrasará este lugar para recuperar su dinero —se burlaba Gong Ling Xin, nada temeroso de las consecuencias.
—De alguna manera, no creo que las tácticas habituales de tu padre funcionen esta vez.
Pero podría estar equivocado —se encogió de hombros Mao Jing mientras empujaba al otro hombre hacia las escaleras.
—En esto, estás completamente equivocado —aseguró Gong Ling Xin—.
Solo espera y verás.
—Está bien.
Tengo todo el tiempo del mundo.
Tú, por otro lado, estás con tiempo prestado.
Apuesto a que no esperabas esto cuando te despertaste esta mañana —musitó Mao Jing, con una sonrisa en su rostro al pensar en cómo habían cambiado las tornas.
Este hombre, a quien una vez consideró uno de sus mejores amigos, le había dado completamente la espalda cuando su padre lo desheredó en favor de su medio hermano menor.
—Tú y yo sabemos que podrías hacer algo para mantenerme vivo —se burló el otro hombre mientras bajaba a pisotones las escaleras—.
No finjas lo contrario.
—Tal vez sí, tal vez no.
Pero nunca lo sabremos porque no voy a arriesgar mi vida y este potencial futuro por un pedazo de mierda como tú —respondió Mao Jing con una sonrisa.
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