Novelas Ya
  • Todas las novelas
  • En Curso
  • Completadas
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Todas las novelas
  • En Curso
  • Completadas
  • Urbano
  • Fantasía
  • Romance
  • Oriental
  • General
Iniciar sesión Registrarse
  1. Inicio
  2. MMORPG: Renacimiento como Alquimista
  3. Capítulo 883 - 883 El Velado
Anterior
Siguiente

883: El Velado 883: El Velado —¿Qué me darás a cambio de esta información?

—susurro inquirió, sus ojos brillando con anticipación mientras se inclinaba hacia adelante, con una sonrisa juguetona en sus labios.

Ren frunció el ceño, sus cejas unidas en confusión.

—¿Quieres que paguemos?

¿Después de haberte salvado de ese hielo?

—Eso es eso.

Esto es esto —respondió Susurro, su tono despreocupado mientras trazaba círculos en el aire con su dedo.

—¿Qué se supone que significa eso?

—Ren insistió, una nota de frustración colándose en su voz.

—Fue Pamela quien te trajo aquí.

No tuvo nada que ver conmigo.

No pedí que me liberaran en primer lugar, así que no te debo nada —explicó Susurro con un encogimiento de hombros, su mirada desviándose hacia Pamela, quien se movía incómodamente bajo el peso de las miradas de todos.

Pamela tartamudeó, su voz apenas un susurro mientras rogaba —B-bendita diosa, señora, por favor considera esta súplica de ellos.

Hazlo por mí, por favor.

Susurro suspiró, su mirada se suavizó momentáneamente mientras observaba a Pamela antes de volver su atención hacia el grupo.

—Está bien, pero solo esta vez, y es solo por ti, Pamela.

Después de esto, tienes que pagar —declaró, su tono firme y sin compromisos.

—Correcto.

Correcto —los demás dijeron al unísono.

Esta Diosa no tenía ningún sentido de la vergüenza ni gratitud, a pesar de su supuesto estatus como una deidad importante.

Fue una muestra de audacia que dejó a Ren y a los demás sintiéndose incrédulos.

Susurro cerró sus ojos, y un silencio tenso envolvió al grupo mientras esperaban que hablara.

Finalmente, pensaron, recibirían la información necesaria para encontrar y rescatar a Lorelai.

Sin embargo, conforme pasaban los minutos, Susurro permanecía inmóvil, con los ojos cerrados en un profundo sueño.

—¿Qué está pasando?

—la voz de Desira cortó el silencio, su frustración evidente.

—¿Está bien?

—la preocupación de Vivi agregó a la creciente inquietud.

Ren se inclinó para ver más de cerca y no pudo evitar suspirar al cielo.

—Está dormida.

Sorpresa onduló a través del grupo, y tras una inspección más cercana, se dieron cuenta de que Susurro efectivamente estaba durmiendo, ajena a la urgencia de la situación.

—¿Qué demonios?

—la exclamación de Desira reflejó el asombro de los demás.

—¡Es como Letargia!

—Azazel estalló en risas, encontrando humor en la absurdidad de la situación.

—¿Qué le pasa?

—la preocupación de Vivi se profundizó—.

¿Está bien?

—Parece que tiene algo malo en la cabeza si puede dormirse en esta situación —comentó Elena secamente.

Iraelyn avanzó, flexionando sus músculos en preparación.

—Yo la despertaré.

Pero antes de que pudiera actuar, Pamela se adelantó rápidamente, abrazando a Susurro con fuerza.

—¡E-espera!

No la lastimes.

Yo la despertaré.

Pamela sacudió a Susurro suavemente, y la diosa resopló, sus ojos parpadeando abiertos en confusión.

—¿Q-qué?

¿Qué pasó?

—preguntó Susurro, desorientada por su siesta inesperada.

Ren tomó una profunda respiración, conteniendo su molestia e irritación.

—¿Dónde está Lorelai?

—Ah, sí —dijo Susurro con un gesto casual de su mano, su voz impregnada con la fatiga de las edades—.

Lo siento, he estado dormida tantos años que mi cuerpo solo quiere volver a dormir.

—¿No debería ser al revés?

—Desira no pudo evitar interjectar secamente.

Ren carraspeó, redirigiendo la conversación de vuelta al tema principal antes de que pudiera desviarse de nuevo.

—Bien, volvamos al tema más importante.

—Ah, cierto —Susurro bostezó una vez más, su actitud revelando una actitud despreocupada—.

Esta Lorelai que buscan está en manos de…

oh…

De repente, los ojos de Susurro se abrieron de par en par, un golpe de realización le recorrió.

—Oh…

então él —murmuró, sus orejas moviéndose como si captaran algo extraño.

—¿Qué?

—Ren presionó, su voz teñida de urgencia.

—¿Quién?

—Desira exigió, su impaciencia palpable.

—¿QUIÉN es?

—Azazel intervino, haciendo eco de los sentimientos del grupo.

La tensión en el aire era casi sofocante mientras todos esperaban la revelación de Susurro, su anticipación bordeando la desesperación.

La expresión de Susurro cambió, su comportamiento juguetón dando paso a una seriedad solemne mientras se dirigía a Ren y los demás.

—Aquel a quien buscan, Lorelai, está en manos de Nyxos, el Velado —anunció, su voz llevando el peso de la certeza y la revelación.

—¿Nyxos?

—Los demás intercambiaron miradas perplejas.

Las piernas de Pamela temblaron incontrolablemente, amenazando con desplomarse bajo ella mientras el miedo corría por sus venas.

—N-Nyxos es un dios importante, pero se sabe muy poco sobre él.

Sus habilidades son misteriosas, y muchos dioses no se atreven a cruzarse con él.

—¿Nyxos, eh?

—los ojos de Azazel se iluminaron con un atisbo de emoción—.

¿Dónde podemos encontrar a ese tipo?

—¿Estás loco?

—Pamela de repente gritó, su voz teñida de pánico—.

¿No has escuchado lo que dije?

¡Nyxos es el único dios con el que no te cruzas!

¡Morirás si entras en su dominio!

—¿Quién va a morir?

—Desira frunció el ceño.

Iraelyn añadió con un golpe de puños.

—El único que va a morir es este tipo si no nos entrega a Lorelai.

El rostro de Pamela palideció, sus pensamientos giraban con confusión.

No podía entender por qué se sentía tan preocupada por estos mortales.

Después de todo, debería estar aliviada de finalmente estar libre de su alcance.

Sin embargo, una preocupación inexplicable la atormentaba, tirando de sus cuerdas emocionales.

—Diosa, señora, por favor háblales con sensatez —Pamela imploró, sus ojos suplicantes dirigidos hacia Susurro.

Sin embargo, su súplica cayó en oídos sordos ya que se dio cuenta de que Susurro estaba profundamente dormida, roncando suavemente.

—¡No otra vez!

¡Diosa, despierta!

—Pamela gritó, la desesperación colándose en su voz.

Con un sobresalto, Susurro fue despertada de su sueño, su mente aún nublada por la somnolencia.

—Es cierto, Pamela tiene razón.

Nyxos es el único dios con el que no quieres meterte —dijo animadamente, sin importarle mientras volvía a su sueño.

—Demasiado tarde para eso cuando secuestró a Lorelai —Azazel declaró, sus puños chocando entre sí—.

Sea quien sea, recuperaré a Lorelai.

—Ohh…

debe ser amor, ¿verdad?

—Elena bromeó, una sonrisa juguetona bailando en sus labios.

—¿Qué quieres decir con AMOR?!

—Desira se erizó, su tono defensivo—.

¡El único a quien el Lord Azazel ama soy yo, justo aquí!

¿No es así, Lord Azazel?

—¡Bien!

¿Dónde encontramos a este tipo?

—Azazel dijo, su determinación brillando a través.

—L-Lord Azazel —Desira balbuceó, su rostro palideciendo mientras Malifira se reía a su lado.

—Parece que Lord Azazel ha encontrado a alguien que quiere a toda costa —comentó Malifira, sus palabras rezumando diversión.

Desira le lanzó una mirada fulminante, su frustración evidente.

—¡Tonterías!

¡Lo único que él quiere soy yo!

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 NovelasYa. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aNovelas Ya

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aNovelas Ya

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aNovelas Ya

Reportar capítulo