Capítulo 464: Recuerdos del Pasado (2)(R-18) Capítulo 464: Recuerdos del Pasado (2)(R-18) —Lili… —Regaleon dijo con una voz profunda y ronca—. No puedo soportarlo más. —Sus ojos me miraban intensamente.
Al segundo siguiente, me di cuenta de que Regaleon me estaba llevando en brazos. Pasaba por los pasillos muy familiares y subía por las escaleras. En el segundo piso, caminaba hacia un pasillo con el que estaba muy familiarizada.
«Este es el camino a mi antigua habitación.» Pensé para mí misma.
Ví la puerta de mi habitación y como pensaba, ese era nuestro destino. Regaleon abrió las puertas y las cerró enseguida una vez que estuvimos dentro. Lo siguiente que supe, estaba tumbada en mi antigua cama mirando al techo familiar de mi juventud.
—Lili… —La voz de Regaleon estaba caliente y llena de deseo.
Regaleon ya estaba desabotonándose la camisa interior y la echó a un lado una vez que terminó. Vi su cuerpo perfectamente tallado y no podía apartar mis ojos de él.
—¿Te gusta lo que ves, mi amor? —Regaleon preguntó con una sonrisa juguetona.
Me avergoncé al instante por codiciar el torso desnudo de mi marido. No es que sea la primera vez que veo su cuerpo perfectamente tonificado.
Regaleon se inclinó y me susurró al oído. Su aliento me hacía cosquillas en el proceso.
—Estoy seguro de que te gustará más la parte de abajo. —Regaleon bromeó juguetonamente—. ¿Por qué no haces tú los honores?
Mis ojos se abrieron ante las palabras de Regaleon. Si interpreté bien sus palabras, entonces quiere que sea yo la que le quite los pantalones.
«Quiere que tome la iniciativa.» Tragué duro con el pensamiento. Pero es algo que raramente hago ya que Regaleon siempre es el que lleva la iniciativa en nuestras relaciones amorosas.
Tras decir que tomara la iniciativa, aparté mi timidez y dejé que mis manos se movieran por su cuenta. Le desabroché los pantalones y se los bajé. Su dura virilidad saltó delante de mí como dándome la bienvenida.
Toqué la punta de su dura virilidad y empecé a acariciarla desde la punta hasta el tronco. Estaba caliente al tacto.
—Hmm… —Regaleon gimió un poco—. Me gustó el sonido de ello.
Para escucharlo aún más, sabía lo que tenía que hacer. Mientras seguía acariciando su tronco, abrí mi boca y metí su punta entre mis labios. Lo sentí estremecerse con la acción repentina.
«Esto no es suficiente.» Pensé. «Quiero oírlo gemir aún más.»”
“Usé mi lengua para lamer la punta. Empujé mis labios por su tronco. Acaricié su virilidad con mi boca.
—Ahhh… —La voz de Regaleon era tan sexy que podía sentir mi propio cuerpo calentándose.
Jugué con su punta con mi lengua aún más y ahora podía obtener la reacción que quería de Regaleon. Eché un vistazo para ver su cara y estaba en plena y absoluta felicidad. Hice mis movimientos más rápidos, abrazando su virilidad con mi boca.
—Aahhh… hmm… —Regaleon gimió—. Lili espera… para.
Regaleon me apartó suavemente de él y me miró a los ojos. Sus ojos me miraban como si me fuera a devorar entera.
—No quiero venirme en tu hermosa boca —dijo Regaleon—. Quiero venirme dentro de ti.
Tras decir eso, Regaleon me besó intensamente. Me tumbó suavemente en la cama y sus brazos recorrieron mi espalda y mis muslos. Encontró el dobladillo de mi falda y puso sus manos en mis piernas. Sentí sus cálidas manos en mi piel, y viajaron hasta mis muslos y cintura.
Los labios de Regaleon separaron los míos y yo jadeaba fuerte. Se quitó los pantalones y se posó sobre mí. Su mirada estaba tan caliente e intensa que ansiaba que me tomara.
—L-León… —Dije sintiéndome caliente y deseando—. … por favor.
—¿Por favor qué, mi amor? —Regaleon tenía una sonrisa pícara.
Me sentía aún tímida por quererlo, pero no podía aguantarlo más. Lo quería dentro de mí con desesperación.
—Por favor… quiero que estés dentro de mí —dije con timidez.
Regaleon sonrió triunfante. —Como desees, mi amor.
Y sin demora alguna, Regaleon me penetró suavemente.
—Ahhh… —Gemí al sentir como su gran virilidad me penetraba—. Me sentía tan llena.
—Hmm… —Regaleon gimió suavemente—. Se siente tan bien dentro de ti… Lili.
Regaleon comenzó a moverse suavemente dentro de mí, y podía sentir el placer en sus movimientos. Empezó despacio y mi interior abrazó suavemente su virilidad.”
—Ahhh… ahhh… —gemí con cada una de sus estocadas. Mi cuerpo seguía su ritmo.
—Hmm… haaahhh… —el aliento de Regaleon era cálido en mi piel y mi cuerpo sentía aún más placer.
El ritmo de Regaleon empezó a acelerarse cada vez más. Sus embestidas dentro de mí se intensificaban. Mi cuerpo estaba sintiendo el placer en su máxima expresión, y sabía que me acercaba a mi clímax.
—Hmmm… L-León… —llamé su nombre—. Ahhh… estoy llegando.
—Haahh… yo también… —Regaleon respondió—. Vamos a llegar juntos.
Las embestidas de Regaleon dentro de mí se hicieron mucho más rápidas. La intensidad hizo que mis entrañas se contrajeran y pude sentir que mi clímax estaba cerca.
—Ahhhhhh… —gemí en éxtasis cuando tuve el orgasmo. Mi cuerpo convulsionó bajo el abrazo de Regaleon.
—Hmmm… uhhaahh… —Regaleon se desplomó dentro de mí, y sentí un torrente de su semen dentro de mí.
Ambos jadeábamos por el aire. Sólo entonces me di cuenta de que aún llevaba puesto mi vestido cuando hicimos el acto. Estaba a punto de sentarme y arreglar mi vestido para que pudiéramos volver a nuestro cuarto pero Regaleon tenía otro plan en mente.
—La noche aún es joven —Regaleon me regaló una sonrisa juguetona y supe que íbamos a pasar la noche en mi vieja habitación.
Regaleon me quitó completamente el vestido y continuamos nuestro tiempo íntimo juntos hasta lo más profundo de la noche.
*
Habíamos hecho el amor durante no sé cuánto tiempo y Regaleon y yo nos habíamos saciado el uno al otro. Fue sorprendente que incluso después de un año de estar casados, aún actuamos como recién casados. Estoy simplemente feliz de que aun anhelamos el uno al otro a pesar de nuestras ocupadas agendas como gobernantes del imperio.
—¿Está bien pasar la noche aquí en mi antigua habitación? —pregunté.
Regaleon y yo estábamos desnudos debajo de las sábanas de mi antigua cama. Sintiéndome agotada con nuestra acción íntima de antes, sólo quería echarme y dormir aquí.
—No te preocupes. Solo duérmete —Regaleon estaba jugando con mi pelo y se sentía bien. Me hizo sentir aún más sueño—. Enviaré un aviso temprano en la mañana para que puedan traer nuestro desayuno aquí.
—Hmm… —respondí con un murmullo mientras sentía que mis párpados se volvían pesados.”
—Por cierto, mañana me uniré a tu hermano para inspeccionar las aldeas donde se destruyeron los cultivos. —dijo Regaleon.
—¿El problema de las plagas se está agravando? —pregunté.
—Hmm. —Regaleon asintió—. Y se está extendiendo, lo cual no es bueno. Necesitamos encontrar la causa y exterminarlos rápidamente.
—Ya veo. —dije—. Entonces los gemelos y yo pasaremos nuestro tiempo aquí mañana. Oh, tal vez pueda visitar a mi hermana Verónica ya que tengo tiempo libre.
—¿Estás segura de qué es seguro visitarla? —Regaleon preguntó preocupado.
—No iré sola. —respondí—. Iré con mamá y los gemelos. Tal vez podrían jugar con su hijo.
—Dicen que tu hermana ha estado en silencio después de haber estado loca por un tiempo. —dijo Regaleon.
—Bueno, han sucedido muchas cosas. —dije—. Perdió a muchos de sus seres queridos también. No es algo de lo que simplemente puedas recuperarte.
—Hmm. —Regaleon respondió con un murmullo—. Es el karma por lo que te hicieron. No necesitas sentirte preocupada por lo que le sucedió.
Regaleon había sido honesto conmigo cuando me enteré de la noticia de que mi madrastra, la madre de mis medias hermanas, murió durante su destierro. Él había ordenado matarla antes de que llegara a su destino de destierro.
La noticia de su muerte se dio después de la guerra, y se dijo que murió de una enfermedad en vez de un asesinato. Sé que Regaleon tiene un lado monstruoso que dirige hacia sus enemigos. Aún tengo un poco de miedo de ese lado suyo, pero igual lo amo.
—Lo sé. Pero aún así, es mi media hermana. —dije—. Quiero que nos llevemos bien ahora que las cosas están en paz.
—Eres realmente bondadosa. —dijo Regaleon y me dio un beso en la frente—. Eso es lo que amo de ti.
Bostecé y sentí que el sueño estaba a la vuelta de la esquina.
—Duerme por ahora. —dijo Regaleon y me envolvió en sus brazos—. Sentí su calor de inmediato. Mañana le pediré a Chris que asigne caballeros como tus escoltas. ¿Creo que el señor Guillermo también irá contigo, verdad?
—Hmm, sí. —dije somnolienta.
—Entonces al menos eso me tranquiliza. —respondió Regaleon—. Estarás custodiada incluso cuando yo no esté cerca.
Sonreí al pensar en la preocupación de Regaleon. Él sabe que yo también puedo defenderme pero aún se preocupa por mi bienestar lo cual me hace amar aún más a este hombre.”
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