Capítulo 343: HERMANA ADOPTADA Capítulo 343: HERMANA ADOPTADA —¿Qué? —exigió Anna con furia al escuchar que Xaden llamaba a la chica de cabello oscuro como su hermana.
Su mente fue directo al cuadro de su familia y ella no había visto ninguna chica extra.
—¿De qué era toda esta broma? —preguntó.
—Fiona es mi hermana adoptiva —se aclaró la garganta Xaden—. La acogí. Ella es de una manada distante y su madre era una alfa. La tomé como mi hermana. Por eso es tuya también.
Anna apenas podía parpadear.
Justo cuando había creído que todo el afecto y amor que iba a recibir de Xaden sería solo para ella, ¿aquí había alguien con quien debía compartirlo?
Una hermana adoptiva.
Ella era su hermana adoptiva. No la suya. No tenía que convertirse en su hermana.
Se giró y miró a la chica y un análisis completo le dijo que no le gustaba la chica.
Sabía que a la chica tampoco le gustaba.
Anna tragó y, porque estaba tratando de mostrar la imagen de una niña bien educada a Xaden, extendió su mano enguantada hacia Fiona.
—Bueno, parece que tenemos que llevarnos bien. Yo soy…
—¡JAZMÍN! —gritó Fiona.
El rostro de Anna se puso rojo.
—¿Qué? —parpadeó Anna.
Fiona corrió justo detrás de ella y Anna se giró para ver que en efecto era Jazmín.
Fiona la abrazaba tan fuerte y decía palabras como —¡Gracias a la diosa que estás segura! Estaba tan preocupada. ¡Preocupada por ti!
Anna se dio cuenta de que su mano, que había extendido, todavía estaba colgando en el aire.
Avergonzada, la retiró rápidamente y la puso a su lado.
Pronto toda la gente que pasaba por allí rodeaba a Jazmín.
Preguntándole si estaba bien. Cuánto la extrañaron. Si el viaje había sido bueno.
Anna estaba furiosa.
—¡Ella era la hija perdida de esta manada! Esta era su familia. Su verdadera familia y de alguna manera Jazmín había logrado robarse el centro de atención y convertirse en la preocupación de todos —pensó—. Me siento olvidada e aislada incluso en mi propia casa.
—Fiona —dijo Xaden después de aclararse la garganta—. ¿Podrías llevar a Anna a su habitación?
Xaden alcanzó suavemente y apretó el brazo de su hermana.
—Tu dormitorio infantil, la habitación que nuestra madre había diseñado para ti ha sido hecha a tu gusto —continuó—. De la misma manera que madre habría querido.
Luego se volvió hacia Fiona.
—Sabes de cuál de las habitaciones estoy hablando. Por favor, llévala allí.
—No creo poder —respondió Fiona—. Había prometido llevar a Jazmín a ver algunas nuevas artesanías que había hecho con mi lobo. Alguien más debería hacer eso.
Anna decidió ahí mismo que odiaba a Fiona tanto como odiaba a Jazmín.
—No lo harás —afirmó Xaden—. No era una solicitud.
El rostro de Fiona cayó instantáneamente.
—Yo la llevaré —anunció la voz de Erik.
Anna estaba sorprendida.
Él era la última persona que había esperado que se ofreciera a hacer algo por ella.
Especialmente después de su amenaza.
—Erik insistió. —Yo mismo la llevaré.
—Xaden le besó la frente. —Erik te llevará. Desearía haberlo hecho yo mismo. Pero necesito resolver algunas cosas. Tener algunos sirvientes y criadas personales asignadas a ti. ¿Nos veremos más tarde en la cena? ¿Está bien?
—Ella asintió con una sonrisa tensa.
—Y luego él la soltó suavemente y se alejó con la mayoría de los hombres siguiéndole.
—Fiona y Jazmín se alejaron y luego Erik miró fijamente a Anna.
—Él comenzó a caminar adelante sin invitarla a seguirlo.
—Ella lo hizo por su propia cuenta.
—¿Puedes ir más despacio? —Anna le preguntó cuando ya estaba cansada de seguirle el paso.
—El hombre daba zancadas muy grandes que la dejaban corriendo detrás de él sin importar cuánto corriera
—Él la ignoró y siguió caminando adelante.
—Cuando llegaron a su habitación, ella estaba roja e inhalaba tan rápidamente que creyó que iba a morir.
—¿Has terminado? —Le preguntó él con un tono sarcástico.
—Ella no dijo nada, pero eventualmente logró respirar pesadamente.
—Pensé que la vida era dura para ti en la manada de Luz de luna. Un simple tramo de escalones debería ser nada para ti. —Le dijo a ella.
—Ella se puso roja y no respondió.
—Él finalmente abrió la puerta y luego ella entró a una hermosa habitación rosa.
—Había ventanas francesas largas y masivas que llegaban desde el techo extensamente largo hasta el suelo.
—Las ventanas ayudaban a irradiar una hermosa y natural luz en la habitación.
—Había una cama enorme en el centro de la habitación que parecía pertenecer a una princesa.
—Forrada con prendas rosas y almohadas de aspecto suave.
—La alfombra estaba hecha de piel blanca.
—Vió un gran cuadro de la misma mujer que había visto en el pasillo con el mismo bebé.
—En ese momento supo que era ella y su madre otra vez.
—Se acercó al cuadro y lo tocó gentilmente.
—Como si pudiera sentir el calor de su madre simplemente al tocarlo.
—Podía sentir la respiración de Erik y volvió a la realidad.
—Se alejó de la habitación que su madre había hecho especialmente para ella.
—Gracias, —le dijo. —No necesito nada más.
—Él la miró y ella sintió que se ponía caliente.
—¿Has tomado tu decisión? —le preguntó él.
—Él apretó los dientes de furia y gruñó.
—Sí, la he tomado. —dijo él.
—Justo cuando estaba a punto de hablar, hubo un golpe en la puerta y luego un grupo de criadas con cajas de ropa y nuevas sábanas entraron.
—Sabía que ellas eran las mujeres que Xaden había dicho que vendrían y la ayudarían.
—Las mujeres todas hicieron una reverencia.
—Erik asintió. —Las dejaré solas.
—Y con eso él salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él, dejando a Anna con tantas preguntas.
Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com