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  2. La Extraña Novia del Príncipe Maldito
  3. Capítulo 492 - 492 Las letras
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492: Las letras 492: Las letras Alicia se encontraba inmersa en su habitación aquella noche, el mundo exterior desvaneciéndose en la insignificancia mientras luchaba con la profunda magnitud de lo que había aprendido.

Su mente era un torbellino de imágenes y narrativas, cada una compitiendo por espacio en su conciencia.

Todo se sentía surrealista, como un sueño enigmático o una pesadilla inquietante de la cual no podía despertarse.

Sentada en su cama, sostenía el pequeño diario que Cazador le había confiado justo antes de separarse esa noche, sus yemas trazando la desgastada cubierta de cuero.

Las emociones se agitaban dentro de ella, una tormentosa tempestad de miedo, cansancio, incredulidad y tristeza girando en su corazón.

Era como si un peso invisible se asentara pesadamente sobre su pecho, dificultándole respirar con regularidad.

Exhalando un tembloroso suspiro, delicadamente apartó una lágrima rebelde que había escapado de su ojo, decidida a mantener su compostura.

Llorar parecía inútil, sin embargo, sus emociones eran implacables, agitándose como aguas turbulentas justo debajo de la superficie.

Su atención se desplazó hacia la nota de Cazador, aún sin abrir desde el momento en que él se la entregó.

Él también la había ofrecido junto con su tarjeta de presentación.

Una mezcla de curiosidad y aprensión la retenía, luchando por la supremacía dentro de ella.

Después de un momento de hesitación, Alicia cuidadosamente desplegó la nota.

Las palabras, aunque pocas, irradiaban un sentido de seguridad que ofrecía un atisbo de consuelo en medio de la agitación interna.

«Estaré aquí para ti.»
Una sola lágrima cayó sobre la nota, y ella rápidamente la limpió, sonándose la nariz al unísono.

Era como si las palabras de cazador ofrecieran un salvavidas, un ancla en medio del caos que amenazaba con engullirla.

Temblaba mientras sostenía la nota, el mensaje de Cazador impregnándola con un sentido tentativo de esperanza.

Pero su atención volvía irremediablemente al viejo diario.

Con una mezcla de aprensión y anhelo, lo abrió.

Era como si ya supiera, incluso antes de abrirlo, que pertenecía a la Reina Tam.

Sus dedos temblorosos pasaron las páginas hasta que encontró tinta desvanecida garabateada a través de las páginas, y entonces comenzó a leerlas.

Las palabras, escritas en un estilo que la transportaba a otra época, llevaban el sello de tiempos pasados.

—¿Debería escribirte o no?

—¿Lo encontrarás alguna vez o no?

—¿Eres parte de mí o no lo eres?

—¿Quiero que me conozcas o no?

—Dicen que simplemente fuiste un alma en otro cuerpo.

—Entonces, ¿pertenezco al alma o al cuerpo?

—¿O pertenezco a ambos?

—¿A quién le estoy escribiendo?

—¿Al alma o al cuerpo?

—He pensado mucho.

—Y a cualquiera de ustedes a quien pertenezca, sé que lo encontrarás.

—Puede que no me conozcas.

Pero yo te conozco.

—Y he oído historias.

He recibido iluminación y te he visto un par de veces.

Pero tú no puedes verme.

—Al menos, todavía no.

—¿Es difícil para ti?

¿Difícil que no puedas recordar nada?

—¿Deseo que recuerdes algo?

—¿Recordar a padre?

—¿Recordarme a mí?

—No lo deseo.

—Porque he visto lo doloroso que es verlos todos los días.

—Ver al Señor Harvey todos los días.

—Ver al Tío Alvin todos los días.

—Ver a la Dama Paulina.

—Ver a Sir Williams.

—Ver al Señor Evan.

—Ver a la Dama Victoria.

—Ver a todos los que extrañan a los demás que no pueden ver.

—Ver a padre.

—Y es doloroso para mí.

Aunque nunca te conocí.

—Pero debes saber que te quiero muchísimo.

—Y seré tan grande como tú.

—Protegeré a todos los que me son queridos y continuaré rompiendo cada maldición que amenace con destruir a mi pueblo.

—Continuaré acabando con la esclavitud y haré que todos nosotros de diferentes razas seamos uno.

—Yo, Tikvah Alicia María, te prometo, al cuerpo y al alma, esto.

—Y quiero que la historia sepa que la gran Reina Tam encontró un modelo a seguir en su difunta madre.

—Y seguiré pensando en ti hasta que muera.

—TAM
Las lágrimas empañaron la visión de Alicia mientras absorbía las palabras conmovedoras.

El diario se convertía en un conducto a través del tiempo, conectándola con un pasado que apenas había empezado a comprender.

Las emociones surgían, abrumadoras y crudas, mientras se permitía experimentar las emociones que habían sido suprimidas durante tanto tiempo.

Lloró, cada sollozo una liberación catártica de sentimientos acumulados que habían anhelado liberarse.

Con la finalidad de un capítulo que se cierra, Alicia pasó la página del libro con suavidad, sus lágrimas absorbidas por la tela de su blusa.

Su corazón pesaba mucho, sin embargo, sentía una conexión inexplicable, una comprensión que trascendía la lógica.

Tomó una respiración profunda y entrecortada y con cuidado pasaba las páginas del diario, sus dedos topándose con algo escondido en su interior.

Movida por la curiosidad, extrajo el papel doblado que yacía oculto dentro.

El papel estaba envejecido y amarillento, su tinta desvanecida con el paso del tiempo.

Era una carta, escrita en una larga caligrafía, que susurraba de días mucho tiempo pasados.

Al desplegarla, sus ojos se abrieron de par en par al ver una carta dirigida a “A.Q.” El peso de su contenido parecía colgar en el aire, una mezcla de aprensión y curiosidad asentándose sobre ella.

La carta era más larga de lo que esperaba, y también lo era la hoja de papel, que tenía un tamaño inusualmente largo y estaba llena de tinta desvanecida.

Sin embargo, por razones que no podía comprender, no podía decidirse a leerla.

Había una sensación persistente en su mente, una extraña sensación de que las palabras estaban destinadas para ella.

No tenía sentido, y sin embargo la sensación persistía, dejándola dividida entre la curiosidad y la incertidumbre.

La carta comenzaba con la palabra,
—Princesa, —y era como si pudiera oír la voz en su cabeza.

Una voz tenue y tierna.

Y mientras observaba las palabras, sus ojos se dirigían a las fechas, cada una representando un paso del tiempo, un capítulo en la vida del autor.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

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