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  3. Capítulo 535 - Capítulo 535 Tú
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Capítulo 535: Tú Capítulo 535: Tú Rosalind miraba la chimenea no muy lejos de ella.

En tan solo unas horas, la reunión entre las siete familias iba a comenzar, pero hasta ahora, Lucas no aparecía por ningún lado.

No podía sentirlo en la propiedad.

Empezaba a preguntarse dónde estaría ahora.

¿Era posible que supiera acerca de su encuentro con Belisario?

No.

Eso parece…

Cerró los ojos y pensó en las palabras de Belisario.

A pesar de saber que una parte de esas palabras podría no ser verdad, aún podía sentir dolor en su corazón.

¿Era lógicamente posible que sintiera algo así a pesar de la posibilidad de que todo fuera mentira?

No.

Lógicamente, su primera respuesta debería ser hacer más preguntas, hablar con Lucas y aclarar las cosas.

No era lo suficientemente ingenua como para tomar decisiones basadas en una emoción temporal.

No era una niña pequeña ni una adolescente, por el amor de Dios.

Sin embargo… Aquí estaba.

Un suspiro escapó de sus labios.

Durante unos segundos, pensó que sintió algún movimiento dentro de la habitación y abrió los ojos para encontrarse con Lucas mirándola.

—Estás aquí…

—Rosalind sonrió.

—Pareces preocupada… —comentó Lucas.

—Yo
—Hablaste con él —Lucas la interrumpió.

—Sí —no va a ocultarle eso.

—¿Y estás aquí para hacer más preguntas?

—preguntó Lucas.

—¿Vas a responder esas preguntas?

—ella preguntó.

Sin decir nada, él tomó su mano y la levantó para que se pusiera de pie frente a él.

Luego sostenía su cintura y lo siguiente que sabía, ya estaban de vuelta en aquel vacío con hermosas flores.

Casi inmediatamente su ánimo mejoró.

Miraba las innumerables flores frente a ella.

—Si tu intención es hacerme sentir mejor, ya lo has logrado —dijo, con un tono ligero.

—¿Qué quieres saber?

—preguntó él.

—¿Ella te maldijo por los humanos?

—preguntó Rosalind.

—Sí.

Ella quería salvar a todos.

No quiero que use su cuerpo y actúe como una heroína en su historia —miró las flores, su mano que todavía sostenía la de ella se apretó—.

La maldición era para que viviera solo, para siempre.

La soledad debería ser suficiente para hacerme darme cuenta de lo egoístas que fueron mis palabras, viviendo solo, viendo morir a las personas que amas.

—Excepto que nunca amaste a nadie más —Rosalind continuó.

Él asintió suavemente con la cabeza.

—Excepto que nunca me importó nadie más —corrigió él.

Así que al final, nunca aprendió su lección.

Todavía era alguien que no se quemaría a sí mismo para mantener caliente la aldea.

—¿Es por eso que odiabas a los humanos?

—ella preguntó.

—Los humanos son inconstantes.

Les das un centímetro y pedirán un kilómetro.

Los salvas una vez y esperarán que los salves una y otra vez —giró la cabeza hacia ella—.

¿Crees que estoy equivocado?

—preguntó.

—Creo que tienes razón —Rosalind dijo—.

Pero eso podría ser el líquido demoníaco en mi cuerpo hablando.

—¿Te dijo que te va a matar?

—él preguntó.

—Sí.

—Estaba equivocado.

—¿Tienes algún motivo para mantenerme con vida?

—preguntó ella.

Si ella muriera, entonces el alma de la Diosa moriría con ella.

¿No sería eso más conveniente para alguien que quiere vivir para siempre?

—El líquido demoníaco va a matar a los humanos normales, tú no eres una de ellos.

Rosalind no dijo nada.

Sabía que no era simplemente una mortal normal.

Además, había pasado por un renacimiento.

Ya había experimentado la muerte una vez.

—¿Me crees?

—preguntó él.

—¿Qué pasaría si continuo consumiendo el líquido?

—Te convertirás en un híbrido entre un mortal y un demonio —respondió él.

—¿Como tú?

—preguntó ella.

—Sí, como yo.

Rosalind no era crédula.

Solo porque este hombre es guapo y es bastante bueno en la cama, no significa que iba a creerle.

Al final del día, ¿este matrimonio todavía se considera transaccional, no es así?

—Si la Diosa regresa entonces….

—Entonces mi vida terminaría —dijo Lucas—.

Mi intención no era contarte acerca de esta maldición cuando nos conocimos o cuando nos casamos.

¿Vas a escuchar mis razones?

Rosalind levantó una ceja.

De hecho, una parte de ella encontraba esto un poco entretenido.

—¿Esperabas que huyera, me enojara y hiciera algo estúpido de lo que probablemente me arrepentiría más tarde?

—preguntó ella.

—En parte.

—Esto no es alguna novela cliché —rodó los ojos—.

Quizás, si ella fuera una mujer normal de su edad, entonces actuaría tan emocional y haría justo eso.

¿Qué esperar de alguien que aún no ha cumplido veinte años?

Pero ella no era tan joven.

Tal vez, por fuera, Rosalind parecía joven, pero ella…

¡la mujer dentro de ella había pasado por mucho!

—Pretendo usarte —dijo Lucas, sus ojos nunca dejando los de ella—.

Eres alguien que puede usar tanto la bendición de la luz como de la oscuridad, y quería usarte.

Te quería a mi lado y aprovecharme de tu odio hacia las siete familias.

Rosalind levantó una ceja.

No esperaba este nivel de honestidad.

—Debes entender que no puedo intervenir en las cosas que involucran a los humanos.

Esto era parte del curso.

No puedo influir en la humanidad o solo me debilitaré más y más hasta perder todas las habilidades que tengo.

Pero la maldición no mencionaba nada sobre usar a alguien más para influir en la humanidad, para arruinarlos y destruir este continente —finalmente, Lucas giró hacia el hermoso jardín—.

Era simplemente otro de los planes egoístas.

La mirada de Rosalind se tornó complicada y se quedó sin palabras.

Giró hacia donde él miraba.

—¿Cambió algo?

—preguntó ella.

—Tú.

—¿Hm?

—Tú cambiaste.

—¿Perdón?

—No eres alguien…

que se preocupa por la humanidad ya.

Al principio, me preguntaba por qué dirías las cosas que dijiste y harías las cosas que hiciste.

Quería entender.

Pensé que habías experimentado algo…

terrible, algo que te cambió.

No podía entender por qué alguien de tu edad tendría tanto odio en ti, una malicia espesa y enojo que alguien como tú no se suponía que tuviera.

—Esto me confundió —añadió él—.

Especialmente cuando no encontré nada.

La investigación resultó vacía, nada.

—Fue por el renacimiento…

—murmuró Rosalind—.

Cambié no por algo que sucedió en esta vida, sino por su vida pasada.

—En la vida pasada…

se suponía que me iba a casar contigo pero…

elegí casarme con alguien más.

Eso fue por lo que no se encontraron.

Eso fue por lo que él permaneció soltero.

En resumen…

ya estaban destinados a encontrarse y tenerse el uno al otro en su vida pasada.

En aquella vida, ella era amable e ingenua y alguien que habría hecho todo para salvar a los humanos.

Pero alguien intervino y ella se casó con alguien más y murió una muerte miserable sin llegar a conocerse.

La historia debería haber terminado allí, pero ella renació en el pasado y se le dio una segunda oportunidad para rehacer su vida.

—La razón…

la razón por la que volví en el tiempo…

—murmuró—.

¡Fue por el alma de la Diosa dentro de su cuerpo!

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

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