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Capítulo 1060: La gente es tan fría
Aviso de contenido para mayores de 18 años.
—Me gusta… —Shao Hui miró a Mo Qiang con sus ojos pasando de sus pestañas a sus labios—. Me gusta Mo Qiang tal como era… —Desde sus largas pestañas, hasta cómo se alteraba con tanta facilidad. Incluso su actitud mezquina y avara era bastante linda a sus ojos ahora, la sensación de su esbelta figura y suave piel—su voz y esa lengua sarcástica que tenía.
Y había más…
Mucho más…
Le gustaba tanto que no sabía cómo explicarlo.
—Esposa —llamó Shao Hui y Mo Qiang se volvió para mirarlo. Su mirada titiló y bajo los rayos del trueno, se veía encantadora. Como si la penumbra y la oscuridad fueran donde sus encantos explotaban.
En el pasado lo detestaba—detestaba la expresión hosca y la burla maliciosa que jugaba en sus labios cada vez que estaba con él. Y sin embargo ahora al mirarla —esos rasgos oscuros le hicieron estremecerse de placer.
Antes estas características le asustaban, le aterrorizaban y le hacían odiarla pero ahora que se han suavizado… Shao Hui ya no le importaba su falta de belleza angelical. ¿Qué cambió?
Al levantar la mirada hacia Mo Qiang —se dio cuenta del torbellino de emociones. Pero en ellas no había ni un atisbo de desdén o de odio. Tal vez aquí es donde se habían hecho todos los cambios.
Tal vez, debería haber hecho esto antes.
—¿Qué pasa? —preguntó Mo Qiang mientras miraba su rostro, buscando algo. Shao Hui no sabía qué buscaba ni quería saberlo, parpadeó y se inclinó hacia adelante.
Sus brazos se enroscaron alrededor del cuello de Mo Qiang mientras susurraba —Las personas pueden ser tan frías —a veces.
—Entonces busca a quienes te puedan dar calor —dijo Mo Qiang mientras miraba hacia abajo al tritón, cuyo rostro estaba sepultado en su pecho.
Shao Hui levantó la cabeza y miró a Mo Qiang, sus ojos se oscurecieron con un atisbo de posesividad mientras murmuraba —¿Me darás ese calor entonces?
—¿Lo quieres? —preguntó Mo Qiang a cambio.
—Sí —Shao Hui se arrastró hasta su regazo, montando su cintura con sus piernas—. Lo quiero.
Y fue entonces cuando las cosas se salieron de control. Mo Qiang se inclinó y presionó sus labios con timidez contra los de Shao Hui y este último respondió aprofundizando el beso, sus labios se fundieron mientras Shao Hui perseguía los labios de Mo Qiang.
—Su lengua rozó la de Mo Qiang mientras pedía permiso para entrar y justo cuando ella separó sus labios, Shao Hui deslizó su lengua dentro de su boca. Su lengua chocó con la de ella tentativamente al principio pero luego a medida que los dos continuaban enredándose
—Shao Hui se volvió más y más atrevido. Anudó sus dedos en la parte trasera de su cabeza y ladeó la suya mientras lamía, mordisqueaba y succionaba su lengua.
—Mo Qiang lo sostuvo por su cintura, sintiendo una longitud palpitante presionada contra su abdomen. Pudo saborear el alcohol en su lengua, no es de extrañar que estuviera siendo tan atrevido cuando nunca se había atrevido a hacer algo así
—Cerró los ojos mientras sentía a Shao Hui succionar su lengua y cerró los dedos en su cintura. Antes de murmurar contra sus labios: “Necesitas bajar el ritmo, Hui Hui”.
—No puedo…—Shao Hui se apartó, sus labios brillantes e hinchados mientras mordía su mejilla—. “Te quiero… te necesito…”
—La empujó contra el suelo, sus dedos quitando la banda del cabello que ataba el pelo de Mo Qiang mientras la empujaba. Su cabello cayó suelto detrás de ella mientras su espalda chocaba contra el suelo.
—Shao Hui la miró durante dos segundos, contemplando cada rasgo de su rostro. Desde el pequeño lunar bajo sus ojos hasta las pequeñas pecas esparcidas en su nariz, incluso su piel ligeramente bronceada por trabajar en la granja la hacía ver encantadora. “Esposa—te ves linda”, la elogió mientras inhalaba su aroma.
—Sus dedos rozaron sus curvas antes de detenerse en el cierre de una blusa con doble cremallera. Sus dedos recorrieron el frío metal mientras se inclinaba hacia adelante, su cabello de flor de cerezo oscilaba contra su mejilla—. “Oh tan linda”.
—Mo Qiang le sonrió. Sus ojos se oscurecieron con un remolino de lujuria al observar al tritón deshacer su cremallera hasta la mitad—suficiente como para que los dos bultos de su pecho casi se derramaran de la tela mientras la cremallera se detenía en medio de la blusa.
—Solo en tus ojos, podría considerarse linda—dijo al tritón que le sonrió.
—Sus largos dedos que eran perfectos para tocar el piano se metieron dentro de su blusa y Mo Qiang dio un respingo cuando él encontró su protuberancia endurecida y la frotó con sus dedos antes de pellizcarla ligeramente.
—Apreciaría… si fuera solo yo—se inclinó y tomó los labios de Mo Qiang de nuevo, ella arrojó sus brazos alrededor de su cuello mientras trabajaba en los botones de su camisa.
—Uno por uno con un chasquido los botones de su camisa se desabrocharon y también la cremallera de su blusa lo que la hizo quedar medio desnuda. La tela se deslizó por su piel y cayó al suelo mientras Shao Hui se apartaba de sus labios, y empezó a llenar de besos su mandíbula, cuello y finalmente se posó en su garganta donde mordió y jaló su punto del pulso.
—Mhmm…—Mo Qiang gimió mientras jalaba su cabello, molesta por el hecho de que él le había dejado un chupetón a plena vista.
—Shao Hui rió mientras daba un último mordisco a su punto del pulso antes de bajar y finalmente detenerse en el bulto de su pecho.
—Sus ojos se oscurecieron cuando notó su pecho lleno, sus dientes mordisquearon la subida del montículo erguido antes de empezar a besar y lamer el endurecido pezón rosado.
—Por favor deja una piedra de poder, boleto dorado o comentario si te gusta la historia. Un regalo es más que bienvenido jejeje.
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