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- Capítulo 721 - 721 Capítulo 721 La Fuerza Del Guardián Del Plano Parte 1
721: Capítulo 721: La Fuerza Del Guardián Del Plano (Parte 1) 721: Capítulo 721: La Fuerza Del Guardián Del Plano (Parte 1) Editor: Nyoi-Bo Studio —Según mi Adivinación, la única manera de que Marvin pueda resolver este problema es que junte todas las páginas del Libro de Nalu.
—¿El Libro de Nalu?
—¿Ese objeto maldito?
Las palabras de Anuba Grant habían sorprendido a los Dioses, continuó: —Por lo que veo, las ubicaciones de las páginas restantes son la Tierra Colapsada, la Calle Del Mal del Abismo, el Campo de las Estrellas Caídas y el Mar de los Espíritus Malignos.
En definitiva, Marvin no osaría ir al Mar de los Espíritus Malignos en primer lugar, porque es demasiado peligroso y ni siquiera nosotros sabemos qué hay allí—añadió con premura—Tampoco es fácil llegar a la Calle del Mal: he oído que los aliados de Balkh ya han bloqueado la entrada del lugar.
En cuanto al Campo de las Estrellas Caídas, se puede llegar únicamente a través del Paraíso del Mar Verde y es obvio que no están en camino hacia allí.
Lo único que nos queda es el Plano Elemental de la Tierra Colapsada…
…Tiene al Dragón del Tiempo Eterno y corren con ventaja, así que tenemos que movernos ya.
Puede que al Soberano de la Tierra no le importen los asuntos del mundo secular, así que tenemos que movernos rápido.
Tras aquel discurso, Grant y Anubis escogieron a algunos Dioses de élite y partieron hacia el Plano Elemental de la Tierra.
Al fin y al cabo, no todos podían irrumpir abruptamente en el Plano Elemental de la Tierra, pues los Cuatro Planos Elementales no se dejaban intimidar tan fácilmente.
Si provocaban a los Soberanos Elementales, ¡serían los Reinos de Dios quienes llevaban las de perder!
…
El cielo estaba lleno de arena que volaba en todas las direcciones.
Si uno inhalaba descuidadamente, podría acabar tragando una bocanada de arena.
Este mundo estaba formado por una gran cantidad de piedra y arena.
Parecía una ley monótona que contenía un aura antigua y eterna: así era el Plano Elemental de la Tierra.
Quince minutos antes, Marvin y Tiramisú habían usado el Árbol del Mundo para escapar de los Reinos de Dios y alcanzar el Plano Elemental de la Tierra.
Tal como había dicho el Dios del Alba y la Protección, la meta de Marvin era reunir las páginas del Libro de Nalu.
Solo así podría realmente mantenerse erguido en este Universo.
En cuanto a las cuatro páginas restantes, la del Plano Elemental de la Tierra era la más fácil de conseguir.
El Soberano de la Tierra no se preocupaba por los asuntos mundanos, y no había habido noticias de él durante un milenio.
La última vez que el Soberano de la Tierra se había destacado en la historia de Feinan fue durante la era del Monarca Nocturno, como un amigo luchando a su lado, repeliendo a los forasteros.
A pesar de ello, nadie se atrevía a subestimar a los Soberanos Elementales: se rumoreaba que los cuatro Soberanos Elementales eran aún más longevos que el Dios Lanza, aunque nadie estaba seguro de cómo se podía saber eso.
Ellos formaban el núcleo de este Orden Mundial.
Mientras no hubiera caos en los Cuatro Planos Elementales, todo el Universo tendría esperanza a través de cualquier adversidad.
Por otro lado, si hubiera un problema con los Cuatro Planos Elementales, todo el Universo se enfrentaría a un desastre.
Esta fue también la razón por la que los Reinos de Dios le daban tanta importancia a los Planos Elementales, sin embargo, una ventaja de quince minutos no era suficiente para que Marvin se saliera con la suya.
Para evitar la percepción de los Dioses y del Soberano Elemental, ¡incluso se puso la capa que le había regalado por el Vampiro Primogénito!
No obvstante, el Plano Elemental de la Tierra era demasiado grande.
Lorie había reducido el rango usando su Habilidad de Sabiduría para buscar, señalando una depresión en la parte oeste del Plano, pero Marvin no había pensado que después de llegar, encontraría que esta depresión no era más pequeña que la de la Bahía Joya de Feinan.
Aunque Tiramisú tenía poderosas habilidades relacionadas con el tiempo, sería mejor dejarle las predicciones y los cálculos a Marvin.
Todo lo que podía hacer ahora era seguir pacientemente a Marvin, lanzando su Percepción a su alrededor para buscar algo diferente en los alrededores.
El mismo Marvin no tenía claro cuál era el significado detrás de aquello a lo que llamaban “tierra colapsada”.
Cuando había ido a la Torre de la Perla, había buscado algo de información al respecto, sin embargo, desafortunadamente, todo apuntaba a que la Tierra Colapsada era el lugar en el cual el Soberano de la Tierra solía recluir a sus prisioneros.
¡Vaya uno a saber con qué iban a encontrarse ahora!
…
La arena que flotaba en el aire bloqueaba su campo visual, pero Marvin siguió adelante.
Sin embargo, ese momento, Tiramisú le advirtió solemnemente: —¡Ya están aquí!
Marvin se estremeció.
—¿Tan rápido?
El Dragón asintió concienzudamente y explicó: —Han venido dos Grandes Dioses, pero afortunadamente, ningún Dios Antiguo vino.
Marvin meneó la cabeza amargamente.
Sabía que con “han”, Tiramisú se refería naturalmente a los Dioses.
Estos Nuevos Dioses le concedían demasiada importancia a la Tabla del Destino.
Si Marvin se quedara en Feinan, solo podrían mirar desde afuera con impotencia, pero fuera de Feinan, podían hacer más que eso.
Esto era un tesoro único después de todo.
—Es un honor que dos Grandes Dioses se muevan por mí—rio Marvin antes de preguntar: —¿Hay alguna manera de evitar su percepción?
Que yo sepa, mi capa…
—Es inútil —respondió el Dragón de sopetón—.
Aparentemente conocen la ubicación de la Tierra Colapsada y están en un lugar determinado, esperando una oportunidad.
Marvin se quedó callado.
Esto era un gran problema.
Su objetivo era demasiado claro, dando a sus enemigos una oportunidad.
No pudo hacer nada al respecto, ya que era difícil ocultar la información sobre el Libro de Nalu después de que se apoderó de la Tabla del Destino.
No era que Marvin no fuera capaz de mantenerlo en secreto, sino que las habilidades de Adivinación de los Grandes Dioses eran impresionantes.
Además, en su momento, Lorie había dejado algunas huellas cuando buscaba la ubicación de las páginas del Libro de Nalu, ya que alguien la había sorprendido al usar su habilidad.
Mientras siguieran estos rastros, los Dioses más competentes en Adivinación podrían localizar el Libro de Nalu con mayor precisión que Marvin.
Eran malas noticias, y Marvin no podía evitarlas.
—¿A cuánta gente tienen?
Como no podían escapar, encontrarían una manera de lidiar con ello.
No estaba peleando solo, después de todo.
El único otro que ha sido capaz de luchar junto a un Dragón del Tiempo Eterno debería ser Dios Lanza.
Para Marvin, también era un privilegio.
—Dos Grandes Dioses.
Un Dios Alto, dos Dioses Medios —dijo rápidamente Tiramisú—.
Puedo entretener a esos dos Grandes Dioses por mi cuenta…
pero eso sería solo impedir su avance, y no sería por mucho tiempo.
Marvin frunció el ceño, todavía pensativo, pero Tiramisú inquirió de repente: —¿En qué estás pensando?
Puedo entretener a los dos Grandes Dioses.
Siendo mi Hermano Menor, ¿podría ser que no puedas manejar a tres pequeños Dioses?
Marvin se despertó de repente.
¡Seguía pensando con la actitud de alguien más débil!
¡Sí que podía!
Las cosas habían cambiado.
Había ocurrido la transformación del Falso Recipiente Divino Avanzado y la condensación del Anillo Nocturno: estas fueron los hitos que Marvin ya había logrado, ¡y lo que muchos de sus predecesores fueron incapaces de alcanzar con el Falso Recipiente Divino avanzado!
¡Ahora tenía la fuerza de un Guardián del Plano!
¡Un Gran Dios y dos Dioses Intermedios no eran opositores con los que ya no podía luchar!
—¡Muy bien!
¡Vamos!
Hagamos que estos Dioses prueben el poder de un mortal…¡Que prueben el poder de las potencias del Guardián del Plano de Feinan!
…
A la entrada de la Tierra Colapsada, que los dos Grandes Dioses estaban repentinamente rodeando, apareció un torbellino.
Los tres Dioses restantes palidecieron inmediatamente.
En ese momento, una sombra que odiaban hasta los huesos apareció frente a ellos: Marvin.
Estaba solo, sosteniendo dagas con ambas manos, las Hojas de Sodoma.
—¿Todavía te atreves a aparecer?
—se burló uno de los Dioses—Si yo fuera tú, me habría escondido en las alcantarillas como una rata el resto de mi vida.
La expresión de Marvin cambió sutilmente.
—Resulta que eres tú.
Era un viejo conocido.
No podría ser mejor.
Marvin levantó repentinamente sus espadas y las sangrientas sombras de las Hojas de Sodoma se revelaron por completo.
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