Capítulo 983: 983 En Tu Nombre Capítulo 983: 983 En Tu Nombre Editor: Nyoi-Bo Studio *¡Pa!* Cuando la moneda de oro volvió a su palma, Klein ni siquiera se molestó en mirar si era cara o cruz.
En su mente solo estaba fija una escena particular: En medio del bosque, las nubes en lo alto del cielo no lograban ocultar por completo las estrellas que alumbran el aterciopelado cielo negro.
Los zumbidos, chasquidos y sonidos de los insectos se extendían a lo largo de la noche, mezclados con los estruendos de las dos “explosiones” en el predio de la Mansión Alce.
Utilizando a gren velocidad su conocimiento de astromancia, Klein midió aproximadamente la ubicación exacta de la escena.
Luego su cuerpo desapareció, reapareciendo junto a Enuni para agarrarlo del hombro.
Durante ese proceso, Klein recogió los gusanos transparentes que había implantado en las ratas e insectos varios para luego cortar la conexión de sus Hilos del Cuerpo Espiritual.
En solo dos segundos, desapareció de la Mansión Alce que gradualmente caía en un ruidoso caos, teletransportándose al lugar que vio en su mente.
El área era idéntica a la revelación que Klein había recibido.
Era extremadamente silenciosa, hasta el punto de poder escuchar la brisa que se deslizaba entre las hojas y los árboles.
Ilusorios hilos negros, que representan a todas las criaturas con espiritualidad en las inmediaciones, aparecieron en la visión de Klein.
Había muchísimos, decir que eran decenas sería una subestimación.
Evaluarlos individualmente para determinar cuál de ellos era el problemáticos tomaría un montón de tiempo.
Sin embargo, no tenía prisa porque había confirmado una cosa: Podía confiar en el resultado de su adivinación siempre y cuando el semidiós de la ruta del Merodeador no poseyera ningún artículo de alto nivel.
Después de todo, tras convertirse en un Hechicero Extraño, no solo sus poderes recibirían mejoras, sino que los poderes de la niebla gris también lograrían infiltrarse hasta alcanzar la realidad.
Con esas dos fuerzas combinadas, sus poderes de adivinación alcanzarían niveles mucho más altos que los de la mayoría de los santos, incluso sin necesitar situarse por encima de la niebla gris.
Era poco probable que fuera más débil que un Beyonder de la ruta del Destino de la misma Secuencia.
En contraste, la condición del semidiós de la ruta del Merodeador ya era deplorable y su fuerza debería verse muy reducida.
Por lo tanto, Klein creía que el semidiós no había huido muy lejos y se estaba escondiendo en el bosque.
Ante dicha conclusión, creía que esperar pacientemente era la mejor opción.
El semidiós de la ruta del Merodeador estaba relativamente débil, en una condición inestable y cerca de perder el control.
Tras experimentar esa intensa batalla y abandonar el cuerpo de la rata, su situación solo empeoró.
Era imposible que experimentara una mejora.
En semejante situación, si no se reponía o no buscaba recuperarse, era solo cuestión de tiempo antes de que mayores problemas empezaran a surgir.
Por lo tanto, sabía que podía esperar, en tanto que para el semidiós esa no era una opción.
Mientras los zumbidos, los chasquidos y los sonidos monótonos se extendían en el bosque, Klein esperó mientras convertía apresuradamente a criaturas cercanas en nuevas marionetas.
Hizo que Enuni abandonara el área para esconderse a unos mil metros de distancia.
Al mismo tiempo, se concentró en vigilar la posibilidad de que controlaran sus propios Hilos del Cuerpo Espiritual, al recordar que el enemigo había “robado” ese poder Beyonder de su marioneta.
De repente, escuchó lo que pareció ser un jadeo proveniente de algún alma.
Justo después de eso, una voz histérica habló desde un árbol diagonalmente frente a él: —¿Por qué me fuerzas a esto?…
¿Por qué?…
¿Dime por qué me fuerzas a luchar!
Mientras la voz aguda se quejaba, la corteza exterior del árbol en cuestión se resquebrajó abruptamente, revelando el núcleo de madera interior.
Allí, varios agujeros se abrieron con extraños gusanos alrededor, cada uno de ellos tenía ocho círculos a lo largo de su cuerpo.
Los anillos transparentes de esos gusanos albergaban patrones tridimensionales que parecían contener al mismísimo tiempo girando encima.
De repente, Klein perdió todos sus pensamientos, también perdió los poderes Beyonder de Cañón de Aire y Sustitutos de Papel.
Perdió su cinturón, su abrigo y su sombrero, quedando como una simple escultura de carne.
Sin embargo, para una marioneta, eso no era un problema particularmente grave.
Después de todo, no era un problema para su cuerpo real.
Los poderes perdidos podrían recuperarse intercambiando los gusanos correspondientes.
¡Sí, ni bien escuchó el jadeo, Klein intercambió lugares con Enuni!
Y un Ganador como Enuni no tenía que preocuparse porque sus pantalones cayeran tras perder su cinturón.
Su cintura se hinchó rápidamente gracias a los poderes de un Sin Rostro, evitando que sus pantalones cayesen al suelo.
Nuevas marionetas en forma de insectos y ratas se arrastraron y rodearon el árbol mutado.
En ese momento, una voz con un toque de risa macabra habló desde un lugar desconocido: —Cálmate.
No te enojes.
Todo se resolverá.
La voz estaba llena de una fuerza persuasiva.
La mutación del árbol disminuyó a medida que los gusanos anillados retrocedían lentamente.
—¿En serio?
Dentro del árbol, la voz viciosa se calmó.
Se percibía cierto nivel de vacío en la voz, como si estuviera a punto de convencerse.
En cuanto a Klein, creyó que dichas palabras eran extremadamente razonables.
No pudo evitar reflexionar sobre el motivo por el cual empujaría a un semidiós al borde de perder el control.
Tenía la vaga sensación de que había olvidado algo y no podía recordar la verdadera razón por la que estaba aquí.
Entonces, vio que una figura sonriente salía del bosque.
—Relájate, tengo los medios para evitar que pierdas el control.
Todo lo que necesitas hacer es seguir mis instrucciones.
La figura llevaba una gabardina negra que parecía una túnica.
La combinaba con pantalones negros y zapatos de cuero.
Tenía la frente ancha y la cara delgada.
Con un sombrero alto y un monóculo de cristal llamativo, parecía extremadamente refinado.
La mirada de Klein se congeló y una palabra resonó en su mente: ¡Amón!
¡La persona ante él era el Blasfemador, el Ángel del Tiempo, el Rey de los Ángeles, el hijo del Creador…
Amón!
Aunque sabía que era simplemente un avatar, Klein no perdió el tiempo.
Inmediatamente acató los gritos más profundos de su corazón y usó el Hambre Creciente para desaparecer.
Al mismo tiempo, Enuni chasqueó los dedos y encendió las cerillas en su bolsillo y las hojas caídas a cierta distancia, lo que le permitió aparecer junto a Klein valiéndose de un Salto Llameante.
Klein lo agarró y desapareció con él.
En el caso de que Amón intentara detenerlo, o si Enuni no pudiera regresar lo suficientemente rápido, el plan de Klein era abandonar su marioneta y viajar lejos.
¡En tales circunstancias, intercambiar la muerte de una marioneta para asegurar su supervivencia definitivamente valdría la pena!
Afortunadamente, la atención de Amón se centró en el árbol de corteza resquebrajada.
No lo detuvo, o, mejor dicho, no tuvo tiempo para detenerlo.
Después de que Klein y su marioneta desaparecieron, Amón se detuvo y se volteó a mirar el lugar donde sus enemigos estuvieron parados.
Tras una reflexión mínima, asintió levemente y se burló: —Un Hechicero Extraño de la noche a la mañana.
Luego retrajo su mirada y observó el árbol semi-mutado, preguntando con una sonrisa: —¿Un descendiente de Jacob?
—S-sí, ¿conoces a mis antepasados?
—dentro del árbol, el semidiós rata preguntó como si estuviera sobreviviendo a duras penas.
Amón se acarició la barbilla al asentir con indiferencia: —Por supuesto…
Tenían un excelente sabor.
Dentro del árbol, el descendiente de la familia Jacob quedó en silencio.
Solo después de unos segundos gritó con una voz llena de horror: —¡T-tú eres el Blasfemador Amón!
Dentro del agujero del árbol, los gusanos con anillos comenzaron a agitarse.
Sin embargo, tras unos segundos se pusieron rígidos, congelándose donde estaban.
Amón ajustó su monóculo de cristal y dijo con una sonrisa: —Ya es demasiado tarde, ¿verdad?…
Podría haber sido de alguna utilidad si hubieras luchado y resistido desde el principio, pero ahora…
¿acaso crees que estoy aquí solo?
Cuando habló, los árboles a su alrededor temblaron provocando que innumerables hojas se estremecieran.
Los pájaros saltaron desde las ramas y soltaron chirridos nítidos.
E incluso la brisa nocturna se alteró emanando una sensación indescriptible.
—Tú…
El descendiente de Jacob dentro del árbol mutado se detuvo abruptamente.
Amón metió las manos en los bolsillos de su gabardina y soltó una carcajada: —Escuché que tu familia se había dividido en pequeños grupos con cero interacciones, temerosos de que muchos de ustedes terminasen atrapados por mí, fue así, ¿verdad?
Ah, claro, ¿no fuiste tú el que estableció una organización secreta con los descendientes de Zoroast, así como con otros Beyonders de la ruta del Merodeador?
Creo que se llamaba Ermitaños del Destino…
…Probablemente eres un miembro, ¿No?
Déjame ver si puedo reemplazarte e infiltrarme en esa organización.
Je, je, participar de una organización secreta destinada a defenderse de mí y a enfrentarme.
Solo pensarlo me resulta más que interesante —dicho eso, miró el árbol mutado que temblaba vigorosamente y dijo—: Desafortunadamente, por lo que puedo ver de tu destino, no recibiste una buena educación en misticismo.
No podrías ser miembro de esa organización.
¿Eres el único que queda de esta rama de la familia Jacob?…
…¿Querías buscar un tesoro secreto dejado por la familia Jacob en Backlund, pero terminaste gravemente herido y sellado por alguna razón?…
Ja, incluso parasitaste a un animal ordinario.
Sin embargo, hay signos de que llevabas un prolongado periodo de tiempo sin hablar con ningún humano…
¿no te desconcierta por qué no recibiste ninguna “advertencia” sobre esto entre todo el conocimiento contenido en la poción?
¿Ni siquiera escuchaste nada al respecto entre los murmullos cuando avanzaste a la 4ª Secuencia?
Pues sí…
Fue porque yo eliminé todo eso.
—¡No!
Un grito agudo lleno de ira y crueldad resonó.
Contenía un dolor indescriptible.
Los temblores del árbol mutado se intensificaron hasta que se calmó poco a poco.
Flujos de luz volaron desde el tronco inerte, para luego filtrarse en el cuerpo de Amón.
Sacando un trozo de seda, Amon se quitó el monóculo y lo limpió mientras murmuraba: —Qué tonto.
Realmente me creyó cuando dije que ya era muy tarde.
Un error común con todos los que están a punto de perder el control es que parecen apagar sus cerebros y son fácilmente engañados…
…Si lo hubiera pensado cuidadosamente, ¿Cómo podría no haber notado que había algo raro?
Si pudiera acabarla rápidamente y robarle su destino, ¿por qué perdería el tiempo hablando con ella?
Después de todo, un avatar es solo un avatar…
Después de que Amón se puso nuevamente su monóculo, el flujo de luz que salía del árbol mutado terminó de ser absorbido por “Él”.
En ese momento, una figura ingresó al bosque: Hazel con accesorios de caza.
Creyó sentir algo por lo que subconscientemente miró hacia atrás, solo para ver a Amón.
Entonces, reveló una sonrisa de sorpresa: —¡Maestro!
¿Se ha recuperado?…
Oh, alguien descubrió un problema con usted.
¡Es mejor que se esconda!
Amon escuchó en silencio antes de curvar su boca lentamente al decir: —Está bien.
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