Capítulo 978: 978 Regalo Capítulo 978: 978 Regalo Editor: Nyoi-Bo Studio En una noche claramente iluminada por la luna, en el jardín de la Unidad nro.
160 sobre la Calle Böklund.
Una rata gris salió de su agujero, corriendo directamente hacia la cama del dormitorio principal.
Como si fuera un acto acrobático, el roedor sostenía sobre su cabeza un pequeño objeto negro, parecido a una bola de pegamento que flotaba Se dio la vuelta rápidamente, apresurándose salió de la residencia en el nro.
160 de la Calle Böklund y se dirigió a la entrada de la alcantarilla.
En ese momento, la rata gris levantó el torso y extendió dos de sus patas.
¡Masas amorfas de carne empezaron a sobresalir mágicamente de sus extremidades!
Luego, usando sus patas mutadas, ¡deslizó la tapa de la alcantarilla sin causar ningún sonido!
Sin detenerse en lo absoluto, la rata gris descendió a las profundidades de la alcantarilla, yendo hasta el lugar donde la Demoniza Trissy estuvo escondida anteriormente.
Siguió cavando en una esquina hasta que logró sacar un fragmento de espejo del suelo.
Una vez hecho eso, la rata gris arrojó el pegajoso objeto negro que traía sobre su cabeza hacia un costado relativamente limpio.
Luego se retiró a una esquina, permitiendo que su cuerpo se agrandara hasta convertirse en un hombre de mediana edad con un abrigo rojo oscuro y un sombrero triangular.
No era otro que el Almirante de Sangre, el mismo que hasta hace poco estuvo activo en el mar.
Sin embargo, ese Senor, tanto en cuerpo como en ropa, tenía el grosor de una figurilla de papel.
—Esa rata realmente es muy gorda…
—dijo el Almirante de Sangre acariciándose la barbilla, al mismo tiempo que su cuerpo de papel casi era arrastrado las ventiscas frías en las alcantarillas.
La persona que habló no era otra que Klein.
Estaba dentro de su dormitorio principal, controlando los Hilos del Cuerpo Espiritual de su nueva marioneta: Una rata.
Hizo que el roedor llevara ciertos materiales rituales y bajara por las alcantarillas para contactar a la Demoniza Trissy.
Senor, cuyos brazos se agitaban a causa de las corrientes de aire, se inclinó y recogió la pequeña bola pegajosa.
Eran restos de un mechón de cabello de Trissy, pegoteados luego de que los quemara con llamas negras.
Servían para establecer un ritual de comunicación.
Después de esto, limpió el fragmento del espejo y untó dicho material sobre su superficie.
Acto seguido, Klein hizo que su marioneta retrocediera dos pasos del “espejo”.
Con un chasquido, Senor se pegó a la pared cubierta de musgo como una pintura al óleo.
*** Municipio Este.
En una habitación con cortinas gruesas que la dejaban casi oscura.
Oscuros “tentáculos” tan negros como los cuervos se enrollaron, formando una enorme esfera.
En los extremos de esos “tentáculos”, había ojos con manchas negras y blancas incrustadas, así como cabezas de serpientes venenosas.
Estas últimas abrían sus bocas sacando la lengua de una manera bastante extraña.
Era una escena particularmente desgarradora.
De repente, los “tentáculos” se expandieron y contrajeron provocando que la esfera se desmoronara, capa por capa.
Envuelta en el medio de la esfera estaba acurrucada una chica.
Tenía un aspecto anormalmente dulce, pero sus cejas estaban muy tensas.
Su expresión parecía ligeramente deformada debido a algún dolor, su mirada provocaba lástima.
Los “tentáculos” viscosos y repugnantes se retrajeron y encogieron poco a poco, volviendo finalmente a su forma original: ¡Mechones de cabello tan negros como los cuervos!
La expresión de la chica de cabello largo y suave se calmó, hizo un esfuerzo para incorporarse y caminó lentamente hacia una pequeña cama cercana.
Recogió un bata de dormir que había caído al suelo y se la puso.
Luego, se rizó el cabello negro y se colocó frente al espejo de cuerpo entero.
Extendiendo su mano derecha, se acarició.
Una llama negra estalló, ardiendo silenciosamente en el aire antes de extinguirse.
Una vez que el fuego se disipó, el espejo se tornó oscuro y profundo.
En dicho espejo, el reflejo original se desvaneció rápidamente para presentar las alcantarillas llenas de fango sucio.
Pegada en la pared estaba la delgada figura de un hombre de mediana edad con un viejo sombrero triangular y un abrigo rojo oscuro.
Estaba mirando a la chica desde una distancia desconocida, como si fuera una pintura famosa.
La chica de cara redonda y ojos delgados observó en silencio antes de reír.
Cuando su sonrisa se extendió, la oscuro habitación pareció iluminarse de inmediato.
Luego abrió ligeramente la boca y dijo en broma: —Sr.
Gehrman Sparrow, ¿Es esta toda la locura y crueldad del aventurero más fuerte?
¿O solo actúa así porque lo conozco como Payaso?
Klein se sorprendió porque Trissy lo hubiera reconocido como Gehrman Sparrow.
Después de todo, se había encontrado con ella previamente con la imagen del Almirante de Sangre Senor, y este almirante pirata fue cazado por Gehrman Sparrow.
En aquel entonces, Trissy se escondía en las alcantarillas debido a una lesión y su principal objetivo era vengarse, en esas circunstancias no tuvo acceso a las noticias marítimas más recientes.
No le sorprendió que no se enterara de la desaparición del Almirante de Sangre, pero todo cambió una vez que logró recuperarse del todo y abandonó el área.
Habría sido una pésima Asesina e Instigadora si no hubiera investigado a su pareja.
Claramente, el pasado de Trissy indicaba que, a más de ser malvada, también era muy inteligente.
Klein descartó iniciar una discusión por lo que controló a Senor, en forma de figurilla de papel, para que sonriera al responder: —¿Por qué los Payasos no pueden ser locos y crueles?
—sin esperar la respuesta de Trissy, agregó—: ¿Algún progreso en tus investigaciones sobre el capitán de la guardia real?
La expresión de Trissy se tornó algo sombría y dijo: —Necesitaré otro mes como mínimo para obtener algún resultado sustancial.
Incluso me podría tomar dos meses.
—Si necesitas ayuda, puedes buscarme —enfatizó Klein nuevamente.
Trissy se burló en respuesta: —En Backlund, al menos en este juego, la fuerza no puede resolver todos los problemas…
Por supuesto, nunca he desperdiciado la oportunidad de utilizar otros medios…
…Sr.
Gehrman Sparrow, ya que no hay necesidad de ocultar su identidad, ¿puede facilitarme un método de contacto más conveniente?
«¿Por qué siento que me están pidiendo que dé mi número de teléfono celular?» Klein lo pensó por un momento antes de detallarle el conjuro para convocar a la Srta.
Mensajera, así como el importante ingrediente ritual de una moneda de oro.
Trissy guardó silencio.
Extendiendo su mano derecha, golpeó la superficie del espejo.
Llamas negras volvieron a estallar durante un par de segundos para luego desaparecer, restaurando el espejo de cuerpo entero a la normalidad.
En las alcantarillas, Senor enterró el fragmento de espejo en la tierra e hizo que su cuerpo se encogiera rápidamente, convirtiéndose otra vez en una rata gris.
Luego corrió hacia las alcantarillas, permitiéndose ser devorado por carnívoros.
De vuelta en la Unidad nro.
160 sobre la Calle Böklund, Klein cerró las cortinas y regresó a la silla reclinable.
Siendo sincero, lamentaba haber cooperado con Trissy.
Sentía que ella estaba agobiada por alguna voluntad de la Demoniza Primordial y era imprudente al anhelar venganza.
Era como una bomba de tiempo que podría explotar en cualquier momento.
«Si Trissy mutara, es muy posible que acabe creando un desastre aterrador…
No debería haberla salvado en aquel entonces…» Suspiró y comenzó a establecer un ritual.
Envió la pegajosa bola negra sobre la niebla gris e intentó adivinar la ubicación actual de Trissy, así como su condición reciente.
Veinte a treinta segundos después, no obtuvo respuesta.
Eso solo aumentó su preocupación por que tal resultado implicaba que Trissy en cierta forma se había convertido en una Bendita de la Demoniza Primordial.
En la siguiente tarde, Klein, que había desayunado, solicitó al Mayordomo Walter y al recién nombrado Asistente del Mayordomo, Richardson, que entregaran los regalos que trajo del Continente Sur.
Era una bolsa de equipaje llena hasta el tope, incluía granos de café Fermo, tabaco de Balam Este, vino de uva del Valle del Río y esculturas de huesos humanos.
Debían ser entregados a los diferentes vecinos del barrio como señal de buena voluntad de Dwayne Dantès.
También tenía el propósito de anunciar su regreso a la escena social.
—Ah, sí, recuerden mencionar al Miembro del Parlamento Macht o a su esposa que esta botella de vino de uva del Valle del Río es muy recomendada para preparar cócteles.
Se logra un mejor resultado al combinarla con jugo de limón —indicó Klein a Walter.
Se necesitaba un cuidado especial al ofrecer regalos a terceros: Uno tenía que considerar las preferencias del receptor y, obviamente el producto más popular del Continente Sur en la actualidad, el Tónico Capilar Donningsman, no era adecuado como regalo, ya que solo parecería un intento de ridiculización subliminal.
Walter asintió solemnemente y dijo: —Sí, Señor.
Al ver que su empleador ya no les daba mayores instrucciones, Richardson miró el montón de regalos sobrantes y preguntó: —¿A dónde los enviaremos?
—Esto es para el personal de la Fundación Caritativa de Becas de Loen.
Los entregaré yo mismo —dijo Klein con una sonrisa.
Luego señaló el amuleto dorado en su mano y comentó—: Me perdí el nacimiento del hijo del Dr.
Aaron, así que tendré que expresar mis disculpas en persona.
Je, je, iré por la tarde y planeo regalarle al niño este amuleto con características del Continente Sur.
«Por supuesto, como un bebé, a Will Auceptin Ceres probablemente no le gustará…
En comparación, “Él”…
Lo llamaré simplemente “él”, preferiría helado como regalo…» Bromeó Klein por dentro después de responder a Richardson.
Una vez que el mayordomo y Richardson se marcharon llevando regalos a los diferentes vecinos, Klein se subió a su transporte y se dirigió a la Fundación Caritativa de Becas de Loen en el nro.
22 de la Calle Phelps.
Al bajarse caminó acompañado por su ayudante de recámara, Enuni, la marioneta cargaba muchos regalos.
En el camino, saludó y ofreció un regalo a todos los miembros del personal con los que se cruzó.
Pronto, Klein llegó al segundo piso e ingreso a las oficinas del directorio.
Golpeó suavemente la puerta.
—Por favor entre —dijo Audrey Hall con su suave voz.
Como una Espectadora experimentada, ya se había dado cuenta de que el Sr.
Dwayne Dantès se encontraba en la Fundación Caritativa de Becas de Loen.
Lo había estado esperando pacientemente.
Klein empujó la puerta y entró, sacando una pequeña caja de regalo de su bolsillo interior dijo con una cálida sonrisa: —He regresado del Continente Sur.
Y sí, mi negocio resultó muy bien.
Traje algunos regalos para todos, con la esperanza de compartir mi felicidad con el personal de la fundación.
Mencionó eso especialmente para indicarle a la Srta.
Justicia que recordaba su pedido.
—Sería imposible rechazar un detalle tan considerado —dijo Audrey con una sonrisa animada.
Eso no significaba que le importara el regalo del Sr.
Mundo en sí, sino más bien le generaba curiosidad sobre qué podría darle el Sr.
Mundo.
Después de recibir la caja de regalo, rasgó la envoltura frente a Dwayne Dantès y descubrió un accesorio con una pluma blanca adornada con patrones de color amarillo pálido como detalles, estaba colocada sobre un sombrero.
—Este es un listón decorativo —explicó Klein—: Las personas de cierto estatus social en Balam Este disfrutan bastante llevando artículos con plumas blancas similares en varias partes de sus cuerpos.
De todos los lugares, se considera más noble y significativo al asociarlo con un sombrero.
Se dice que eso es una tradición del culto a las serpientes emplumadas.
Je, je, las serpientes emplumadas son símbolos de Muerte en ese lugar.
Y la pluma que le compró a un Artesano del Continente Sur para confeccionar el sombrero era un subproducto del proyecto de Muerte Artificial.
Podía ser ofrecido en sacrificio.
Klein llegó a obtener tres de dichas plumas.
Había utilizado una en Bayam, combinándola con el silbato de cobre al convocar al monstruo mutado y corrompido por Muerte Artificial.
La otra la ofreció en sacrificio a Muerte Artificial en el Continente Sur, permitiéndole recibir la revelación de que Ince Zangwill estaba poseído por un espíritu maligno.
Esa era la última pluma restante.
Como el actual Muerte Artificial en cierta medida era equivalente a la Diosa de la Nocheterna, Klein, quien claramente era un Bendito, ya no necesitaría realizar actos similares en sus futuros rituales.
Podría usar otros materiales para reemplazar la pluma, por lo que decidió convertir la última de ellas en un regalo para la Srta.
Justicia.
Después de todo, ella también creía en la Nocheterna, y podría necesitar contactar a Muerte Artificial en algún momento crítico.
Audrey sostuvo sonriente su regalo mientras escuchaba en silencio la descripción de Dwayne Dantès.
Por alguna razón desconcertante, una idea apareció en su mente: «No me digas que el Sr.
Mundo realmente se enfrentó a una serpiente con plumas para confeccionar este sombrero…»
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