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  3. Capítulo 1001 - Capítulo 1001 1001 Primer Movimiento
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Capítulo 1001: 1001 Primer Movimiento Capítulo 1001: 1001 Primer Movimiento Editor: Nyoi-Bo Studio Cuando el espectro frente a él se marchó, Emlyn White retrajo su mirada, desató el hilo del expediente y sacó los documentos que estaban adentro.

Al leerlos, Emlyn comenzó a comprender la rutina de Ernes Boyar a grandes rasgos.

Este Vizconde Sanguine tenía una rutina particularmente aleatoria: se quedaba en casa, visitaba exposiciones, participaba en degustaciones de vino en mansiones en las afueras de la ciudad, compraba en grandes almacenes acompañado por mujeres o dibujaba a modelos femeninas.

Se comportaba como el típico hombre rico.

Sin embargo, Ernes recientemente estuvo visitando el Municipio St.

George cada dos días para supervisar las renovaciones en la fábrica de muebles en la que hizo una gran inversión.

Pretendía garantizar que el trabajo en el lugar pudiera reanudarse rápidamente.

De esta manera, el estilo de vida del Vizconde Sanguine parecía repetitivo.

Los lugares que visitaba, los caminos que tomaba y los lugares donde almorzaba, todo se repetía cada dos días.

Emlyn presionó sus sienes, filtrando seriamente tres lugares que serían adecuados para la operación.

La primera opción era dentro o en la entrada de la fábrica de muebles propiedad de Ernes Boyar.

La segunda era la plaza de San Hierländ, donde acosumbraba a detenerse para comer y alimentar algunos pájaros.

El tercer lugar era el Puente de Backlund.

A menos que Ernes estuviera dispuesto a tomar un gran desvío repentino, tenía que pasar por esa área al viajar entre su casa y el Municipio St.

George.

«Estos tres puntos cumplen el requisito de albergar muchas personas, lo que los hace caóticos.

Sin embargo, el Puente de Backlund tiene muy pocas entradas y salidas.

Con los dos extremos bloqueados, uno solo podría saltar al río, un acto solo elegible por idiotas…

La plaza de San Hierländ se encuentra justo enfrente a Catedral de San Hierländ, el núcleo de la Iglesia del Vapor en Backlund, e incluso en todo Loen.

Es parecida a la segunda Santa Sede.

Cumple con la sugerencia del Sr.

Colgado.

Un escenario como ese podría prevenir efectivamente que cualquier conflicto escale, y también puede interferir con cualquier adivinación o investigación posterior…» Pensó Emlyn, inclinándose gradualmente por una de las opciones.

Y cuando un ser vivo empezaba a tener una inclinación, sin saberlo, buscaría más razones que confirmaran su elección.

Y Emlyn obviamente no era la excepción.

Cuanto más lo pensaba, más se convencía de que la Plaza de San Hierländ cumplía con casi todos los requisitos.

Primero, Ernes no se quedaría en el área por mucho tiempo.

Almorzaría en un restaurante estilo Sivellaus ya que nació en el Condado de Sivellaus.

En segundo lugar, había varias paradas de transportes en las cercanías, lo que resultaba en que el área se llenara de tráfico pedestre.

Como la gran mayoría de los que frecuentaban la plaza eran personas de la clase baja o media, a menudo ocurrían accidentes.

En tercer lugar, con ese punto como origen, uno debería dirigirse al Sur del puente en caso de no optar por cruzar el Puente de Backlund.

De esa forma estaría cerca de la Iglesia de la Cosecha.

Finalmente, al mediodía, la Catedral de San Hierländ acostumbraba arrojar vapor, girar sus palancas y hacer sonar su reloj.

Era inevitable que no atrajera la atención de todos los presentes.

«Está confirmado…» Emlyn rápidamente se decidió.

Levantando su mano derecha y ajustando su corbata de moño, sus ojos rojos desbordaron expectativa.

Pero en un momento dado, frunció el ceño de repente, sintiendo que algo no estaba bien.

¡La Plaza de San Hierländ era perfecta para la operación!

¡Era tan adecuada que casi cumplía con todas las condiciones!

«¿Acaso Ernes está teniendo cautela contra mi venganza?

¿Por qué permanecería en un entorno como ese por mucho tiempo?

Incluso si realmente fuera tan estúpido como para no notarlo, ¿no sería advertido por otros Condes?» Las comisuras de la boca de Emlyn se curvaron ligeramente al comprender la razón subyacente.

¡La Plaza de Saint Hierländ era el lugar que los superiores Sanguine le habían asignado!

«Je…» Emlyn se rio entre dientes, manteniendo la boca curva.

¡Decidió solicitarle al Sir.

Loco que convocara a los miembros relacionados a la operación, así como al Sr.

Colgado, para discutir el plan en detalle!

Eso amenazaba el marco de cooperación que había decidido previamente.

¡Necesitaban considerar cada detalle, cada problema y cada circunstancia!

*** A las doce menos cuarto, Municipio St.

George, en la Plaza de San Hierländ.

En una sala privada en el tercer piso de un restaurante al Noroeste de la plaza.

Una figura se paró frente a la ventana, sosteniendo una copa llena de líquido escarlata.

Estaba mirando tranquilamente a la fuente cercana y a las multitudes que iban y venían.

Era una persona larguirucha, con un traje formal propio de banquetes.

Su cabello claro que era casi plateado y sus brillantes ojos rojos resplandecían dándole una sensación de coquetería.

Tenía una sonrisa leve y constante en sus labios.

—Mi señor, ¿realmente estará bien?

Emlyn ya no parece ser el mismo de antes.

Eso es evidente a juzgar por su reciente cacería de los creyentes de la Luna Primordial —dijo con algo de preocupación un hombre de mediana edad con un traje oscuro que se acercaba a la ventana.

El hombre del traje formal dirigió su mirada a la plaza donde estaba Emlyn White.

Se lo veía escuchar a un violinista ejecutando una melodía en la calle, su cara era sonriente.

—Nuestros preparativos son suficientes incluso como para resistir a un semidiós, un niño que ni siquiera se ha convertido en Vizconde no supone amenaza alguna…

Además, realmente no planeamos hacer nada serio.

Nuestro único objetivo es realizar ciertas identificaciones y confirmaciones.

Eso es mucho más simple que evitar que algunas personas escapen.

Mientras hablaba, el hombre de cabello claro y ojos rojos brillantes levantó su mano derecha ligeramente, girando el anillo en su dedo anular izquierdo.

El anillo estaba hecho de plata, e incrustada en él había una gema extraña con un fantasmal tono azul.

*** En un transporte que conducía hacia la Plaza de San Hierländ, Ernes Boyar tenía su mano derecha sobre la izquierda.

Naturalmente giró el anillo en su dedo anular que tenía incrustada una fantasmal gema azul.

Miró casualmente por la ventana y vio que un transporte sin rieles avanzaba lentamente desde lejos.

Un repartidor de periódicos ligeramente más alto que 160 centímetros con una bolsa cruzada en el pecho vendía sus ejemplares a lo largo de la calle.

Una gran cantidad de bicicletas habían reemplazado los transportes que a menudo poblaban el lugar hasta el año pasado.

Las bicicletas se colaban entre la multitud del Municipio St.

George.

Aquí, el número de trabajadores que vestían uniformes azul-claro o azul-grisáceo con sombreros excedía con creces al número de personas con trajes formales y sombreros de copa.

Ernes retrajo su mirada mientras se reía.

No tenía miedo de lo que sucedería a continuación.

Incluso se sentía expectante.

Creía que había tomado suficientes recaudos.

Llevaba el Juramento de la Rosa en su mano izquierda.

Le permitía compartir lo que veía, oía y olía con el Conde Mistral desde la distancia.

Pretendían asegurarse de que nada saliera mal mientras garantizaban que se cumpliera el objetivo.

En su bolsillo interior, donde estaba su reloj de bolsillo plateado, había una Figurilla de Papel Lunar.

Podía absorber un golpe letal o un ataque centrado en su Cuerpo del Alma.

Lo protegía de sufrir heridas graves e incluso evitaría que muriese por un corto período de tiempo.

También portaba el Alcohol Némesis, un broche de diamantes.

Lo mantenía lleno de energía con lucidez en sus pensamientos.

Elevaba su resistencia contra los hechizos que actuaban sobre el Cuerpo del Corazón y la Mente.

En su cintura había un cinturón llamado Faja de Luz Lunar.

Podría reducir efectivamente daños provocados por el Sol y las Tormentas Eléctricas.

Estos artículos místicos formaban parte de la riqueza acumulada de Ernes o fueron prestados por el Conde Mistral.

Con todo eso, Ernes era un “objetivo” que difícilmente podría ser acabado o controlado a gran velocidad.

Con la resistencia natural de un Vizconde Sanguine contra influencias de tipo Pesadilla, Ernes prácticamente no tenía debilidades.

Incluso contra un semidiós, podría resistir una pelea siempre que este no revelara su forma de Criatura Mítica.

«El único problema es que los efectos negativos de todos estos elementos místicos son algo excesivos…» Los músculos faciales de Ernes se contrajeron, pero se recompuso de inmediato.

El Juramento de la Rosa haría que sus pensamientos aparecieran en la mente del Conde Mistral de vez en cuando.

Y si lo usaba por toda una semana sin quitárselo, las personas que portaban ambos anillos en par podrían terminar enamoradas, independientemente de sus géneros o razas.

La Figurilla de Papel Lunar era un artículo prescindible.

Casi no tenía efectos secundarios además de hacer que el cuerpo sintiera algo de frío.

El problema del broche Alcohol Némesis era que causaría daño continuo al hígado y al cerebro.

Si se portaba por períodos de tiempo excesivamente largos, podría resultar en que uno pierda sus pensamientos y su razonamiento lógico.

Por lo tanto, había que quitárselo durante quince minutos tras portarlo por media hora.

La Faja de Luz Lunar, en tanto, hacía que todos los sentidos se volvieran mucho más nítidos, lo que facilitaba que uno vea y escuche cosas que no debería ver ni oír.

Al mismo tiempo, el usuario sentiría picazón a intervalos intermitentes.

«Esperemos que no se encojan de miedo y que esto no se prolongue…» Pensó Ernes Boyar comprobando su condición una vez más, para luego proyectar su mirada expectante hacia la entrada de la Plaza de San Hierländ.

En el otro extremo de la Plaza de San Hierländ, Emlyn White, que estaba observando a los músicos callejeros, de repente miró a un pájaro que voló cerca de él.

Después de eso, levantó la mano para ajustar su sombrero de copa.

Inclinando ligeramente la cabeza, caminó rápidamente hacia el centro de la plaza, acercándose a la fuente.

En ese proceso, la figura de Emlyn siguió moviéndose mientras se mezclaba con la multitud.

Sin embargo, eso no pudo evitar el seguimiento del Conde Mistral.

Ese Conde Sanguine de cabello plateado giró el anillo con una fantasmal gemas azul en su dedo anular izquierdo y dijo fríamente: —Atento.

*** Hacia la entrada de la Plaza de San Hierländ, Ernes Boyar iba acercándose vez más.

Sabía que la operación estaba por comenzar, finalmente.

«Emlyn eligió la Plaza de San Hierländ, después de todo…» Pensativo y compartiendo sentidos con el Conde Sanguine, Ernes volvió a mirar por la ventana, observando con cautela a los peatones en la calle, los transportes públicos que estaban a punto de pasar a su lado, el repartir de periódicos ordinario que vendía sus ejemplares y las elegante ventanas de las casas y tiendas de los alrededores.

No creía que los posibles socios de Emlyn se estuvieran escondiendo en esos lugares, porque había mejores rincones en la misma Plaza de San Hierländ que eran más propicios para entrar en acción.

Sin embargo, seguía mantenía el nivel requerido de cautela.

De repente, su cuerpo se inclinó ligeramente hacia adelante, casi levantándose de su asiento.

¡El transporte en el que viajaba se detuvo sin previo aviso!

Justo después de eso, los caballos que tiraban del transporte parecieron tener una pesadilla.

Levantaron en el aire sus pezuñas delanteras, luchando salvajemente hasta volcar el transporte al suelo.

En medio de este suceso, Ernes Boyar realmente tuvo un amplio espacio, tiempo y fuerza para ayudar al conductor del transporte a controlar a los caballos enloquecidos.

Sin embargo, no lo hizo, porque vio a un espectro transparente en forma de lobo saltar desde fuera de la ventana.

Había arrojado una rosa hacia su cuerpo.

¡Una rosa!

Los ojos de Ernes Boyar se abrieron al máximo y el transporte se volcó.

Saltó apresuradamente a un lado y salió del transporte mientras hacía que una cadena negra ilusoria e incorpórea se extendiera desde el vacío.

¡La envolvió alrededor del espectro en forma de lobo!

Con un suave sonido, el espectro en forma de lobo se disipó sin resistirse.

Cuando Ernes Boyar logró recuperar su equilibrio, permaneció inmóvil, con los ojos turbios.

Ya lo habían llevado a un sueño profundo.

En un transporte público que pasaba junto a él, un joven de cabello negro y ojos verdes vestía una delgada gabardina.

Estaba de espaldas a la mitad de la calle mientras se concentraba en leer un cuaderno de tapa dura de color verde-bronce.

A su alrededor, los otros pasajeros leían los periódicos o conversaban.

Algunos solo observaban como los caballos enloquecidos parecían recuperar la calma rápidamente.

Con un silbido, el hombre de cabello negro y ojos verdes hojeó una página del cuaderno.

El transporte público siguió avanzando, distanciándose gradualmente.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

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